El Pacto tiembla
Jorge Fernández Menéndez
19/04/2013 02:23
Los jaloneos en torno a las reformas en
telecomunicaciones continuaron a lo largo de toda esta semana y hoy, en
el pleno de la Cámara de Senadores, pondrán en la balanza la posibilidad
de llegar a acuerdos de todas las fuerzas políticas, pero el desafío
irá más allá. Las reformas pasarán con modificaciones en el Senado y
tendrán que regresar a la Cámara de Diputados, que las había aprobado
sin cambios, como habían pedido las dirigencias de los partidos que
sacaron adelante esa reforma en el Pacto por México.
Pero que el propio Pacto está tan a prueba como las dirigencias del PAN y del PRD se ha puesto de manifiesto con el proceso legislativo en el Senado. Los senadores, inicialmente sólo los del PAN, tienen razón al apoyar las reformas pero, al mismo tiempo, en exigir que se realicen modificaciones. Primero, por una razón obvia: los legisladores para eso están, no tiene sentido demandarles que aprueben todo lo que les envían sus dirigencias, o en su caso el Poder Ejecutivo, aunque esté basado en acuerdos que no se violan discutiendo e introduciendo modificaciones en un texto. Y segundo, porque resulta también evidente que en la iniciativa hay errores que deben ser subsanados y cuando hablamos de una serie de reformas constitucionales no se pueden sacar adelante las mismas y simplemente argumentar que esos errores se corregirán en la ley reglamentaria. Así que habrá cambios que no modificarán el corazón de la reforma (y me temo que ni siquiera sus extremidades), pero que significarán algunos ajustes a los capítulos menos claros de la misma y que giran, en general, en torno a las generosas y hasta discrecionales atribuciones otorgadas en la reforma al futuro IFT, el nuevo organismo regulador contemplado en la minuta aprobada ya en la Cámara de Diputados. Habrá cambios sobre todo porque el PAN en la Cámara de Senadores lo impulsó y salvo cuatro legisladores, encabezados por Javier Corral, el resto no apoyó sacar la iniciativa sin tocarla como lo demandaba la presidencia panista.
Pero todo ello también tiene otras repercusiones. En la Cámara de Diputados entonces se negaron a discutir la ley financiera de endeudamiento de estados y municipios, otra reforma constitucional, que salió aprobada casi por unanimidad desde la Cámara alta y que recibió incluso el beneplácito de la Secretaría de Hacienda por el trabajo realizado. Según los diputados, los senadores no tienen atribuciones para iniciar ese tipo de iniciativas, pero los senadores les han contestado, y otra vez tienen razón, que sí las tienen para reformas constitucionales en cualquier ámbito. Pero el conflicto no son las atribuciones, sino la decisión del Senado de modificar la iniciativa de telecomunicaciones, que hizo ver muy mal a la Cámara baja que la pasó sin siquiera haberla discutido. Y en buena medida el conflicto está dentro y entre las bancadas del PAN y del PRD. Para no agudizarlo, Manlio Fabio Beltrones se apresuró a aclarar que siempre sí se discutirá en la Cámara baja la reforma sobre endeudamiento estatal y municipal, porque de otra forma se hubiera empantanado aún más el tema de telecomunicaciones.
En el PRD hay un problema adicional: no saben qué hacer con la Coordinadora en Guerrero. La CETEG no sólo tiene un casi nulo apoyo popular, sino que además refleja la contrarreforma educativa. No se puede avalar esa reforma y apoyar a la Coordinadora; no se puede apoyar a la Coordinadora, a los grupos de autodefensa y demás, sin regresar a una imagen del PRD que por lo menos la dirigencia de ese partido, no quiere tener. No puede apoyar a la Coordinadora cuando, en los hechos, son sus enemigos en muchos sentidos, y lo pusieron de manifiesto hace dos semanas destrozando la sede del partido en Chilpancingo. Pero temen perder imagen y votos. Para la dirigencia del PRD tomar decisiones en torno a la Coordinadora y la educación, aún más que frente a la reforma en telecomunicaciones, será determinante para su accionar futuro dentro y fuera del Pacto. Más aún cuando en el seno del mismo ya tienen algo más que avanzadas las propuestas de leyes reglamentarias para educación e incluso para telecomunicaciones.
Las dirigencias del PAN y el PRD tendrán que realizar un ejercicio de equilibrios extremos hasta su renovación en diciembre próximo y antes del estratégico ciclo legislativo que comenzará en septiembre. Sobre todo porque, hay que recordarlo, en julio hay 14 elecciones locales.
Por cierto, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, cortó por lo sano ante la controversia con el PAN en el tema Veracruz. No tenía sentido discutir sobre si había respaldo o no a políticas electorales en el estado. Separó a todos los funcionarios involucrados en el tema y deja que los hechos tomen su cauce natural. Fue una buena decisión.
Pero que el propio Pacto está tan a prueba como las dirigencias del PAN y del PRD se ha puesto de manifiesto con el proceso legislativo en el Senado. Los senadores, inicialmente sólo los del PAN, tienen razón al apoyar las reformas pero, al mismo tiempo, en exigir que se realicen modificaciones. Primero, por una razón obvia: los legisladores para eso están, no tiene sentido demandarles que aprueben todo lo que les envían sus dirigencias, o en su caso el Poder Ejecutivo, aunque esté basado en acuerdos que no se violan discutiendo e introduciendo modificaciones en un texto. Y segundo, porque resulta también evidente que en la iniciativa hay errores que deben ser subsanados y cuando hablamos de una serie de reformas constitucionales no se pueden sacar adelante las mismas y simplemente argumentar que esos errores se corregirán en la ley reglamentaria. Así que habrá cambios que no modificarán el corazón de la reforma (y me temo que ni siquiera sus extremidades), pero que significarán algunos ajustes a los capítulos menos claros de la misma y que giran, en general, en torno a las generosas y hasta discrecionales atribuciones otorgadas en la reforma al futuro IFT, el nuevo organismo regulador contemplado en la minuta aprobada ya en la Cámara de Diputados. Habrá cambios sobre todo porque el PAN en la Cámara de Senadores lo impulsó y salvo cuatro legisladores, encabezados por Javier Corral, el resto no apoyó sacar la iniciativa sin tocarla como lo demandaba la presidencia panista.
Pero todo ello también tiene otras repercusiones. En la Cámara de Diputados entonces se negaron a discutir la ley financiera de endeudamiento de estados y municipios, otra reforma constitucional, que salió aprobada casi por unanimidad desde la Cámara alta y que recibió incluso el beneplácito de la Secretaría de Hacienda por el trabajo realizado. Según los diputados, los senadores no tienen atribuciones para iniciar ese tipo de iniciativas, pero los senadores les han contestado, y otra vez tienen razón, que sí las tienen para reformas constitucionales en cualquier ámbito. Pero el conflicto no son las atribuciones, sino la decisión del Senado de modificar la iniciativa de telecomunicaciones, que hizo ver muy mal a la Cámara baja que la pasó sin siquiera haberla discutido. Y en buena medida el conflicto está dentro y entre las bancadas del PAN y del PRD. Para no agudizarlo, Manlio Fabio Beltrones se apresuró a aclarar que siempre sí se discutirá en la Cámara baja la reforma sobre endeudamiento estatal y municipal, porque de otra forma se hubiera empantanado aún más el tema de telecomunicaciones.
En el PRD hay un problema adicional: no saben qué hacer con la Coordinadora en Guerrero. La CETEG no sólo tiene un casi nulo apoyo popular, sino que además refleja la contrarreforma educativa. No se puede avalar esa reforma y apoyar a la Coordinadora; no se puede apoyar a la Coordinadora, a los grupos de autodefensa y demás, sin regresar a una imagen del PRD que por lo menos la dirigencia de ese partido, no quiere tener. No puede apoyar a la Coordinadora cuando, en los hechos, son sus enemigos en muchos sentidos, y lo pusieron de manifiesto hace dos semanas destrozando la sede del partido en Chilpancingo. Pero temen perder imagen y votos. Para la dirigencia del PRD tomar decisiones en torno a la Coordinadora y la educación, aún más que frente a la reforma en telecomunicaciones, será determinante para su accionar futuro dentro y fuera del Pacto. Más aún cuando en el seno del mismo ya tienen algo más que avanzadas las propuestas de leyes reglamentarias para educación e incluso para telecomunicaciones.
Las dirigencias del PAN y el PRD tendrán que realizar un ejercicio de equilibrios extremos hasta su renovación en diciembre próximo y antes del estratégico ciclo legislativo que comenzará en septiembre. Sobre todo porque, hay que recordarlo, en julio hay 14 elecciones locales.
Por cierto, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, cortó por lo sano ante la controversia con el PAN en el tema Veracruz. No tenía sentido discutir sobre si había respaldo o no a políticas electorales en el estado. Separó a todos los funcionarios involucrados en el tema y deja que los hechos tomen su cauce natural. Fue una buena decisión.
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