infobae.com
"El cuento de la criada", un monumental tratado sobre la libertad
Por Flavia Pittella 30 de julio de 2017
La escena es la siguiente: un grupo de amigas de la universidad, entre
los 25 y 35 años. Verano en Claromecó, 1995. El invierno anterior habían
leído El cuento de la criada, de Margaret
Atwood, como parte de las clases magistrales de literatura del Norte de
América de la profesora Ana Monner Sans. Esa misma mujer les acercó
luego una segunda novela de la escritora canadiense, una fotocopia de su
versión traída de Canadá, La mujer comestible (The Edible Woman).
Mate y sol, pleno enero, leen en voz alta una novela que les cambiará
la manera que tienen de ver sus cuerpos, el mercado de los cuerpos, la
mirada del cuerpo femenino. Están en bikini, sus cuerpos moldeados,
morenos y deseables recostados en una arena que las abraza y las abrasa.
Pero es tarde para esos cuerpos, ya no serán los mismos, no dejarán que
se los coma el estereotipo que sobre ellos se dibuja, han leído a
Atwood. Ya nada será lo mismo. Una de esas alumnas incluso se fue a
Otawa a hacer su maestría en estudios feministas, todo por la puerta que
abrió Atwood.
Margaret Atwood nació en Otawa, Canadá en 1939. En la actualidad vive
en Toronto con su marido, el escritor Graeme Simpson. Mucho puede
decirse de esta mujer cuya obra habla a las claras de una disposición
frente a las ideas, de una forma de concebir la literatura que la
destaca entre los escritores más importantes de su época. Así que
vayamos de a poco para intentar dibujar un mapa que nos permita conocer
en detalle la carrera de una escritora que vale la pena leer. Aquí
recorremos algunos títulos.
No dejó tema por recorrer. Por ejemplo la re-escritura de un clásico en Penélope y las 12 criadas en el que asistimos a una versión femenina de la Odisea. Conocemos la voz de Penélope, la que espera y la vida de esas 12 criadas quienes, como en toda tragedia griega, agregan en forma coral otro punto de vista, el del oprimido, y juntas todas estas mujeres dan varias vueltas de tuerca al clásico griego. Podemos nombrar también El huevo de Barba Azul, otra escritura posmoderna del clásico en la que Atwood recorre con maestría, a partir de diferentes relatos, el origen de todas las relaciones humanas que luego pueden terminar muy mal. Considerada autobiográfica en varios de los relatos, aquí podemos apreciar la ironía y lúcida manera que tiene la autora de encarar temas referentes a los padres, los amantes, el matrimonio, la amistad. Atwood a pleno.
No dejó tema por recorrer. Por ejemplo la re-escritura de un clásico en Penélope y las 12 criadas en el que asistimos a una versión femenina de la Odisea. Conocemos la voz de Penélope, la que espera y la vida de esas 12 criadas quienes, como en toda tragedia griega, agregan en forma coral otro punto de vista, el del oprimido, y juntas todas estas mujeres dan varias vueltas de tuerca al clásico griego. Podemos nombrar también El huevo de Barba Azul, otra escritura posmoderna del clásico en la que Atwood recorre con maestría, a partir de diferentes relatos, el origen de todas las relaciones humanas que luego pueden terminar muy mal. Considerada autobiográfica en varios de los relatos, aquí podemos apreciar la ironía y lúcida manera que tiene la autora de encarar temas referentes a los padres, los amantes, el matrimonio, la amistad. Atwood a pleno.
Una de sus novelas más celebradas, Ojo de gato,
narra la historia de una artista plástica que, al volver al Toronto de
su infancia para una muestra, comienza a recordar detalles de un período
en su vida en el que la amistad, el acoso escolar y la importancia de
pertenecer o ser rechazado marcan con firmeza los traumas y
resentimientos que podemos llevar hasta la adultez. Una novela
imponente, pequeña en su trama, íntima y contundente a la vez. En un
tono similar, de mucha introspección y clara observación de la condición
humana, reúne en una colección de cuentos sobre la más variada gama de
personajes femeninos, historias mínimas en Chicas bailarinas.
En Alias Grace,
Atwood viaja al pasado –al siglo XIX-, pero sus temas no cambian. En
este caso asistimos a la injusta condena de una mujer acusada de haber
cometido un asesinato a sus 17 años. A partir de la visita de un médico
que intenta desentrañar el caso a partir de los recuerdos de Grace,
vamos construyendo un panorama del siglo en toda su complejidad. La
nueva buena es que, Netflix promete estrenar una serie basada en esta
bella y triste novela hacia finales del 2018.
En Oryx y Crake
la escritora canadiense comienza a transitar cada vez con mayor
frecuencia la literatura de ciencia ficción ecologista en la que, a
través de historias distópicas, plantea los peligros del calentamiento
global, el abuso de la tecnología y la creciente desigualdad social.
Vuelve al ruedo con las mismas temáticas, y muchos de los mismos
personajes, en El año del diluvio.
Es imposible eludir una de las últimas novedades editoriales que
llegaron a la Argentina. En agosto aterrizó una nueva edición de la
afamada novela de Margaret Atwood El cuento de la criada, que
hace unos meses se estrenó también como exitosa serie, protagonizada
por Elisabeth Moss. Es una joya de la literatura distópica de la segunda
parte del siglo XX. Escrita en 1985, esta historia se sitúa en una
ciudad ficticia pero que sabemos que está ubicada dentro del territorio
estadounidense, en un futuro no muy lejano aunque incierto. El país ha
sido tomado por un grupo religioso fundamentalista frente a la inminente
amenaza de grupos islámicos. El movimiento político que toma el poder
basa sus fundamentos en el Antiguo Testamento y revierte todos los
avances sociales que existían hasta ese momento. La historia nos llega a
través de unos cassettes encontrados, grabaciones clandestinas que el
personaje principal deja como registro del horror de una vida que ha
girado rotundamente y transcurre entonces una especie de campo de
concentración en la que los ojos del poder están constantemente
vigilando.
La protagonista de El cuento de la criada
se llama Of-Fred (en castellano es De Fred) y es una joven cuyo cuerpo
ha resistido la radiación y la contaminación y sigue siendo fértil.
Ella, junto con otras jóvenes, es utilizada por familias adineradas y
poderosas que no pueden concebir. Rige una estricta teocracia y se
reinstalan valores medievales que vuelven a la mujer a la condición de
objeto pasivo de recibir órdenes, maltratos y abusos. El nombre Offred
significa en efecto "de Fred", que le pertenece a Fred. Fred es su dueño
y es el hombre que mantendrá ascéticas relaciones sexuales con ella
cada mes, en presencia de su esposa. El clima de opresión y rigor que
reina en la novela contrasta con los recuerdos que Offred tiene de su
vida anterior, de su marido y de su niña, a los que se niega a renunciar
pensando que los ha perdido.
El cuento de la criada
es un tratado sobre la libertad, sobre cómo podemos obtener la libertad
aun cuando estamos presos física o mentalmente. Es también una novela
acerca de los peligros de los absolutismos y el abuso de poder, cuando
el control del Estado se vuelve en contra de sus ciudadanos e interfiere
en sus vidas privadas o dictamina una sola forma posible de vivir. Es,
como todo buen libro, una alegoría acerca de la condición humana, de
todo aquello a lo que estamos dispuestos –o no – a hacer para
sobrevivir, para defender a los nuestros y para lograr la libertad.
Activista. Ganadora de premios nacionales e internacionales,
comprometida con la ecología y desde siempre una defensora feminista con
un estilo inigualable, la obra de Margaret Atwood es tan compleja y
variada como su autora, dueña de un carisma especial y una cualidad
única como escritora. Entre sus obras se destacan ensayos feministas,
políticos, antropológicos. Ha escrito guiones para televisión, libros
para niños, poesía y teatro. Contundente, variada a la vez que compuesta
de una sola pieza esta autora canadiense es sin dudas una de las
grandes plumas de la escritura universal del siglo XX y XXI.
Permite ver las noticias en menos de un segundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario