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México se suma a sanciones que Estados Unidos impuso a gobierno de Venezuela
Alvaro Cortes
Como lo dijo hace unos días la Secretaría de Relaciones Exteriores,
el gobierno de México no colabora con naciones para perjudicar a otras…
pero ahora se suma a las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a
funcionarios y exfuncionarios del gobierno de Venezuela, a quienes acusa
de dañar a la democracia y menoscabar los derechos humanos de su país.
La medida estadounidense consiste en congelar bienes y anular las visas de al menos 13 personas relacionadas a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual se celebrará el próximo domingo en un clima de lo más hostil, debido al incremento de las movilizaciones de la oposición. Además de afectar a miembros del gobierno venezolano, la sanción también va contra funcionarios de la empresa estatal petrolera PDVSA, así como a alto mandos militares.
Sin afán intervencionista, el gobierno de México, a través de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Relaciones Exteriores (SRE), informó (a Estados Unidos) que también le entrará a las sanciones contra el gobierno venezolano, al proceder en consecuencia y de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia. Claro… todo esto por la preocupación que dice sentir con respecto a la grave crisis que se vive en el país sudamericano.
En relación con las acusaciones que Nicolás Maduro ha hecho sobre la existencia de un plan cocinado entre México, Colombia y Estados Unidos para golpear a su gobierno, la cancillería nuevamente negó que tal plan golpista (y secreto) exista, por lo que con toda autoridad moral pidió que deje de “difundir información falsa” y se dedique a su chamba: buscar una solución a la crisis democrática que se vive en Venezuela.
Para la cancillería encabezada por Luis Videgaray, las acusaciones de
que México y Colombia están confabulando para afectar al gobierno de
Maduro, no son más que lamentables intentos de distraer la atención del
tema principal en Venezuela… pero para que el presidente venezolano vea
que no hay rencores, nuevamente ofreció a servir de manera diplomática a
cualquier intento para restablecerles la democracia.
La medida estadounidense consiste en congelar bienes y anular las visas de al menos 13 personas relacionadas a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual se celebrará el próximo domingo en un clima de lo más hostil, debido al incremento de las movilizaciones de la oposición. Además de afectar a miembros del gobierno venezolano, la sanción también va contra funcionarios de la empresa estatal petrolera PDVSA, así como a alto mandos militares.
Sin afán intervencionista, el gobierno de México, a través de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Relaciones Exteriores (SRE), informó (a Estados Unidos) que también le entrará a las sanciones contra el gobierno venezolano, al proceder en consecuencia y de conformidad con las leyes y convenios aplicables en la materia. Claro… todo esto por la preocupación que dice sentir con respecto a la grave crisis que se vive en el país sudamericano.
México refrenda que el gobierno de Venezuela tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz reconsiderando la convocatoria a la Asamblea Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos, señala el comunicado.Al respecto de estas sanciones, el ministro de Educación de Venezuela, Elías Jaua, se limitó a señalar: “Gracias a Dios, nada material tengo que perder en ninguna parte del mundo”, por lo que la sanción estadounidense (y también mexicana) la tomó como “un reconocimiento” a su lucha de 34 años por la soberanía de su país.
En relación con las acusaciones que Nicolás Maduro ha hecho sobre la existencia de un plan cocinado entre México, Colombia y Estados Unidos para golpear a su gobierno, la cancillería nuevamente negó que tal plan golpista (y secreto) exista, por lo que con toda autoridad moral pidió que deje de “difundir información falsa” y se dedique a su chamba: buscar una solución a la crisis democrática que se vive en Venezuela.
Foto de Alex Wong, vía Getty Images
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