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Bolivia 2017: Once años de Revolución Indígena y Popular
B25y Resumen Latinoamericano
Un país dueño de sus recursos naturales, es un país rico: La nacionalización ha sido la decisión más importante que se ha tomado al inicio mismo de la gestión Evo Morales.
No
podía ser de otra manera, Bolivia no podía seguir financiando el
desarrollo norteamericano y los bolsillos de la mal llamada “clase
política”, frase acuñada para encubrir a una estructura de partidos políticos neoliberales y serviles a la embajada norteamericana en La Paz.
Desde
Víctor Paz, pasando por Jaime Paz, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo
Banzer, Jorge Quiroga, hasta el segundo mandato truncado del Goni, y cerrando el ciclo con el presidente blablador Carlos
Mesa, Bolivia nunca había visto un sistema político totalmente servil
al gobierno norteamericano, las políticas públicas no se discutían,
llegaban en inglés se las traducía y se las aplicaba.
De
hecho Carlos Mesa en un gesto de sinceridad ante el país, en noviembre
del 2004, informó mediante el canal 7 estatal, que se había logrado
financiamiento de la cooperación internacional para pagar los
aguinaldos.
Lo
que no dijo Carlos Mesa, es que la “cooperación internacional” era en
realidad la “embajada americana” y que el dinero llegó a cambio de que
el parlamento agilizara un proyecto de ley que otorgaba inmunidad a
ciudadanos estadounidenses (militares) en Bolivia. Es decir, un permiso
para que hagan lo que les viniera en gana, pero en realidad el proyecto
de ley era proteger a los soldados norteamericano asentados en el
Chapare, encubrir los asesinatos y violaciones a Derechos Humanos.
Mesa
hasta el presente nunca aclaró este tema, pero puso en evidencia la
condición miserable de todos los gobiernos neoliberales.
Dicho en clave económica: El neoliberalismo fue la fórmula exitosa de nuestro fracaso
La
nacionalización por tanto es la pieza para que un país cualquiera del
mundo, sea rico y pueda resolver viejas injusticias históricas.
Como
nunca, las finanzas de Bolivia son excepcionales, la inversión pública
la más altas del continente, por detrás de nosotros esta Ecuador, otro
país que nacionalizo sus recursos estratégicos.
Ser dueño de los recursos naturales es un acto estratégico antiimperialista por excelencia, esa es nuestra lección…
Por
eso es que el imperialismo pretende volver a poseer nuestros recursos
naturales, pero el imperialismo no es Donald Trump, este presidente
fascista, es apenas una pieza más en el tablero de las transnacionales
norteamericanas.
En
EE.UU. no hay democracia, hay una dictadura empresarial llena de
corruptos que tienen carácter global, ellos son los que pretenden tomar
Venezuela y el petróleo que está en la Patria de Simón Bolívar…
Frente
al desprecio neoliberal contra los pobres del campo y la ciudad, frente
al servilismo mendigo de políticos narcotizados hasta el tuétano,
Frente al entreguismo vendepatria, apareció el movimiento indígena
originario campesino, quienes como sujeto histórico de la revolución le
dieron a Bolivia un camino de dignidad y una carretera de prosperidad
histórica.
Desde el 1986 nada pasa en Bolivia sin los indios
Efectivamente,
la derrota estratégica sufrida por el movimiento minero en la “Marcha
por la Vida”, abrió el camino para que un nuevo sujeto histórico entrara
en la historia
El
Movimiento Al Socialismo y su máximo dirigente Evo Morales desde 1995
andan caminando las huellas dejadas por Manuel Isidoro Belzu, Germán
Busch, Gualberto Villarroel y Juan José Torrez, los presidentes que
veían en los pobres la principal preocupación de un presidente.
Evo es el mejor hijo que el pueblo le dio a Bolivia
Y
esto constituye una circunstancia extraordinaria en un país que ha sido
gobernado por elites criollas y blancas que comían despreciando a quien
daba los alimentos para la mesa. Despreciaban a lo más nacional del
país, los indios.
Si
hacemos una revisión rápida de los presidentes neoliberales,
encontraremos militares, abogados, filósofos, economistas e ingenieros,
pero ningún patriota.
Encontraremos que la línea estructural de su pensamiento parte del racismo para llegar al racismo.
Odia al país indio, pero come del país indio.
Su desprecio es fiel al colonialismo, es fiel a la embajada americana y las Europas…
Para esta mafia neoliberal, el país era una caja de regalos al imperialismo.
Evo
cambia las cosas y pone al país de pie y con la cabeza erguida,
orgullosa de ser una patria indígena y popular, demuestra que cuando
dijimos “vamos a votar nosotros por nosotros mismos” el 2002 , no era
una consigna, era el primer acto de amor a la patria de mayoritarias y
mayoritarios.
Cuando dijimos, “ahora es cuando” el 2005, teníamos la estrategia acabada y las tácticas en pleno avance sin pausa.
Ahora
que nuestra revolución ya está madura, con la historia escribiéndose a
mano y sin permiso y con la Patria recuperada, uno recuerda las palabras
de Simón Bolívar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la
providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”
Bolívar
no acepta el destino fatal, nos dice “parece” y eso sintetiza la
posibilidad de construir el destino lejos del imperialismo y de todas
sus formas coloniales.
La Descolonización sigue siendo el camino…
En la Asamblea Constituyente un concepto logró ser una Obligación Fundamental del Estado, la Descolonización.
Simón
Bolívar lo sabía, no con las palabras del presente, pero bajo el mismo
fondo anticolonial, él Libertador decía: “Todo era extranjero en este
suelo. Religión, leyes, costumbres, alimentos, vestidos, eran de Europa,
y nada debíamos ni aun imitar […] Un vasto campo se presenta delante de nosotros, que nos convida a ocuparnos de nuestros intereses”
Bolívar
ya propuso la descolonización como único camino hacia la prosperidad de
un país, pensaba que no debíamos imitar nada, de hacerlo todo nosotros,
pensar primero en el país, y no en los intereses extranjeros.
Este hecho, desde nuestro soporte constitucional, señala con toda claridad:
Artículo 9. Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la ley:
1.
Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la
descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia
social, para consolidar las identidades plurinacionales.
Es
decir el Estado en tanto ordenador y ejecutor de las políticas
públicas, debe descolonizarse y descolonizar los modelos convencionales
de gestión pública, todo para constituir una sociedad justa y armoniosa
Si
vemos con atención los últimos once años la gestión pública, se tiene
notorios avances, sustanciales en muchos de los casos, pero quizá el
mejor proceso de descolonización ha sido precisamente en el de la
política exterior, de hecho el presidente lo dijo con precisión: “Ahora
tratar de tener relación con la embajada de Estados Unidos, como
policía o militar, ya da miedo, si uno tiene relación con la Embajada es
mal visto. Antes era todo poderoso el que tenía buenas relaciones y
algunos oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía iban allá a
tener buenas relaciones. El que tenía buenas relaciones con la embajada
de Estados Unidos (era) así como admirado; ahora, perdón la expresión,
tener relación con la embajada de Estados Unidos es como una caca, esto
tenemos que profundizar y así nos vamos a descolonizar”.
Los
EE.UU. no tienen la providencia de su lado, ni nosotros estamos
condenados al fracaso, lo que los EE.UU. tienen es un grupo de políticos
serviles que hacen coro a Trump y por debajo negocian y trafican con la
política.
Hoy a once años podemos decir con fuerza y convicción: Nunca, jamás se hizo tanto en tan poco tiempo…
Jallalla Bolivia!!!
Jallalla Qullasuyo Marka!!!
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