lunes, 14 de agosto de 2017

Bolivia 2017: Once años de Revolución Indígena y Popular


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Bolivia 2017: Once años de Revolución Indígena y Popular

B25y Resumen Latinoamericano

por Idón Moisés Chivi Vargas,  La Época / Resumen Latinoamericano/ 8 de agosto 2017 .-
Un país dueño de sus recursos naturales, es un país rico: La nacionalización ha sido la decisión más importante que se ha tomado al inicio mismo de la gestión Evo Morales.
No podía ser de otra manera, Bolivia no podía seguir financiando el desarrollo norteamericano y los bolsillos de la mal llamada “clase política”, frase acuñada para encubrir a una estructura de partidos políticos neoliberales y serviles a la embajada norteamericana en La Paz.
Desde Víctor Paz, pasando por Jaime Paz, Gonzalo Sánchez de Lozada, Hugo Banzer, Jorge Quiroga, hasta el segundo mandato truncado del Goni, y cerrando el ciclo con el presidente blablador Carlos Mesa, Bolivia nunca había visto un sistema político totalmente servil al gobierno norteamericano, las políticas públicas no se discutían, llegaban en inglés se las traducía y se las aplicaba.
De hecho Carlos Mesa en un gesto de sinceridad ante el país, en noviembre del 2004, informó mediante el canal 7 estatal, que se había logrado financiamiento de la cooperación internacional para pagar los aguinaldos.
Lo que no dijo Carlos Mesa, es que la “cooperación internacional” era en realidad la “embajada americana” y que el dinero llegó a cambio de que el parlamento agilizara un proyecto de ley que otorgaba inmunidad a ciudadanos estadounidenses (militares) en Bolivia. Es decir, un permiso para que hagan lo que les viniera en gana, pero en realidad el proyecto de ley era proteger a los soldados norteamericano asentados en el Chapare, encubrir los asesinatos y violaciones a Derechos Humanos.
Mesa hasta el presente nunca aclaró este tema, pero puso en evidencia la condición miserable de todos los gobiernos neoliberales.
Dicho en clave económica: El neoliberalismo fue la fórmula exitosa de nuestro fracaso
La nacionalización por tanto es la pieza para que un país cualquiera del mundo, sea rico y pueda resolver viejas injusticias históricas.
Como nunca, las finanzas de Bolivia son excepcionales, la inversión pública la más altas del continente, por detrás de nosotros esta Ecuador, otro país que nacionalizo sus recursos estratégicos.
Ser dueño de los recursos naturales es un acto estratégico antiimperialista por excelencia, esa es nuestra lección…
Por eso es que el imperialismo pretende volver a poseer nuestros recursos naturales, pero el imperialismo no es Donald Trump, este presidente fascista, es apenas una pieza más en el tablero de las transnacionales norteamericanas.
En EE.UU. no hay democracia, hay una dictadura empresarial llena de corruptos que tienen carácter global, ellos son los que pretenden tomar Venezuela y el petróleo que está en la Patria de Simón Bolívar…
Frente al desprecio neoliberal contra los pobres del campo y la ciudad, frente al servilismo mendigo de políticos narcotizados hasta el tuétano, Frente al entreguismo vendepatria, apareció el movimiento indígena originario campesino, quienes como sujeto histórico de la revolución le dieron a Bolivia un camino de dignidad y una carretera de prosperidad histórica.
Desde el 1986 nada pasa en Bolivia sin los indios
Efectivamente, la derrota estratégica sufrida por el movimiento minero en la “Marcha por la Vida”, abrió el camino para que un nuevo sujeto histórico entrara en la historia
El Movimiento Al Socialismo y su máximo dirigente Evo Morales desde 1995 andan caminando las huellas dejadas por Manuel Isidoro Belzu, Germán Busch, Gualberto Villarroel y Juan José Torrez, los presidentes que veían en los pobres la principal preocupación de un presidente.
Evo es el mejor hijo que el pueblo le dio a Bolivia
Y esto constituye una circunstancia extraordinaria en un país que ha sido gobernado por elites criollas y blancas que comían despreciando a quien daba los alimentos para la mesa. Despreciaban a lo más nacional del país, los indios.
Si hacemos una revisión rápida de los presidentes neoliberales, encontraremos militares, abogados, filósofos, economistas e ingenieros, pero ningún patriota.
Encontraremos que la línea estructural de su pensamiento parte del racismo para llegar al racismo.
Odia al país indio, pero come del país indio.
Su desprecio es fiel al colonialismo, es fiel a la embajada americana y las Europas…
Para esta mafia neoliberal, el país era una caja de regalos al imperialismo.
Evo cambia las cosas y pone al país de pie y con la cabeza erguida, orgullosa de ser una patria indígena y popular, demuestra que cuando dijimos “vamos a votar nosotros por nosotros mismos” el 2002 , no era una consigna, era el primer acto de amor a la patria de mayoritarias y mayoritarios.
Cuando dijimos, “ahora es cuando” el 2005, teníamos la estrategia acabada y las tácticas en pleno avance sin pausa.
Ahora que nuestra revolución ya está madura, con la historia escribiéndose a mano y sin permiso y con la Patria recuperada, uno recuerda las palabras de Simón Bolívar: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”
Bolívar no acepta el destino fatal, nos dice “parece” y eso sintetiza la posibilidad de construir el destino lejos del imperialismo y de todas sus formas coloniales.
La Descolonización sigue siendo el camino…
En la Asamblea Constituyente un concepto logró ser una Obligación Fundamental del Estado, la Descolonización.
Simón Bolívar lo sabía, no con las palabras del presente, pero bajo el mismo fondo anticolonial, él Libertador decía: “Todo era extranjero en este suelo. Religión, leyes, costumbres, alimentos, vestidos, eran de Europa, y nada debíamos ni aun imitar […] Un vasto campo se presenta delante de nosotros, que nos convida a ocuparnos de nuestros intereses
Bolívar ya propuso la descolonización como único camino hacia la prosperidad de un país, pensaba que no debíamos imitar nada, de hacerlo todo nosotros, pensar primero en el país, y no en los intereses extranjeros.
Este hecho, desde nuestro soporte constitucional, señala con toda claridad:
Artículo 9. Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece la Constitución y la ley:
1. Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las identidades plurinacionales.
Es decir el Estado en tanto ordenador y ejecutor de las políticas públicas, debe descolonizarse y descolonizar los modelos convencionales de gestión pública, todo para constituir una sociedad justa y armoniosa
Si vemos con atención los últimos once años la gestión pública, se tiene notorios avances, sustanciales en muchos de los casos, pero quizá el mejor proceso de descolonización ha sido precisamente en el de la política exterior, de hecho el presidente lo dijo con precisión: “Ahora tratar de tener relación con la embajada de Estados Unidos, como policía o militar, ya da miedo, si uno tiene relación con la Embajada es mal visto. Antes era todo poderoso el que tenía buenas relaciones y algunos oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía iban allá a tener buenas relaciones. El que tenía buenas relaciones con la embajada de Estados Unidos (era) así como admirado; ahora, perdón la expresión, tener relación con la embajada de Estados Unidos es como una caca, esto tenemos que profundizar y así nos vamos a descolonizar”.
Los EE.UU. no tienen la providencia de su lado, ni nosotros estamos condenados al fracaso, lo que los EE.UU. tienen es un grupo de políticos serviles que hacen coro a Trump y por debajo negocian y trafican con la política.
Hoy a once años podemos decir con fuerza y convicción: Nunca, jamás se hizo tanto en tan poco tiempo…
Jallalla Bolivia!!!
Jallalla Qullasuyo Marka!!!

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