sábado, 30 de marzo de 2013

Caminar despacio podría indicar futura demencia

Caminar despacio podría indicar futura demencia

Caminar despacio podría indicar futura demencia

Investigadores del Centro Médico de Boston afirman que la velocidad de una persona al caminar y qué tan fuerte puede apretar el puño podrían ser indicadores del riesgo de desarrollar a futuro demencia y enfermedad cerebrovascular.

Aunque habrán de realizarse más investigaciones para entender el porqué de esta asociación y su revisión por otros científicos, los resultados preliminares de este estudio, en el que participaron más de 2,400 hombres y mujeres en edad promedio de 62 años, ofrecen datos importantes. Así, en algunos años se podrán llevar a cabo pruebas sencillas en la clínica para observar el riesgo de ambas enfermedades. "Estas son pruebas básicas de oficina que pueden ofrecernos información sobre el riesgo de demencia y enfermedad cerebrovascular, y pueden ser llevadas a cabo fácilmente por un neurólogo o un médico general", indica la doctora Erica Camargo, quien participó en la investigación.

No es la primera vez que la velocidad al caminar ha sido asociada al estado general de salud y el riesgo de infarto. En 2009, una investigación publicada en British Medican Journal encontró que las personas que caminan lentamente tienen más riesgo de infarto y otros problemas cardíacos. Otro estudio en Journal of the American Medical Association reveló una asociación entre la rapidez al caminar a los 65 años y la posibilidad de una vida más larga.

En este estudio los participantes fueron sometidos a pruebas de velocidad al caminar, fuerza de agarre y funciones cognitivas, y también se les realizaron escáneres cerebrales. Durante un monitoreo de 11 años, 34 personas desarrollaron demencia y 70 tuvieron enfermedad cerebrovascular. Al analizar los resultados con las pruebas iniciales, aquellos que caminaban más lentamente mostraron un mayor riesgo de demencia, y quienes tenían menos fuerza de agarre mostraron más riesgo de enfermedad cerebrovascular.

"Aunque en las personas más mayores la fragilidad y el menor rendimiento físico han estado asociados con un mayor riesgo de demencia, hasta ahora no estábamos seguros qué impacto tenían estos factores en las personas de mediana edad", comenta Camargo.

Por lo pronto, para evitar el desarrollo de demencia los investigadores recomiendan comer una dieta sana y balanceada, no fumar, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio con regularidad y llevar un control regular de la presión arterial y el colesterol.

Los resultados del estudio serán presentados en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Neurología que se realizará en abril en Nueva Orleans, Estados Unidos.

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