sábado, 30 de marzo de 2013

Primer Via Crucis de Francisco en el Coliseo

Primer Via Crucis de Francisco en el Coliseo
Ansa CIUDAD DEL VATICANO,  (ANSA)- El papa Francisco estará hoy nuevamente en medio de los fieles, en ocasión de su primer Via Crucis en el Coliseo romano, uno de los momentos cruciales de los ritos tradicionales de Pascua.
    El nuevo Pontífice tendrá así un segundo "baño de multitud", pero en un momento caracterizado por el recogimiento y la reflexión, cuando la comunidad cristiana conmemora la muerte de Jesucristo.
    En el centro del rito estarán también los sufrimientos de los cristianos, contados en las reflexiones de dos jóvenes libaneses, escritas bajo la dirección del patriarca maronita cardenal Bechara Rai.
    En las 14 estaciones, la cruz será llevada por el cardenal vicario Agostino Vallini, dos familias procedentes de Italia y de la India, un discapacitado acompañado por voluntarios de la organización Unitalsi, dos seminaristas chinos, dos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, dos monjas de Africa y dos del Líbano, y dos jóvenes de Brasil.
    Las antorchas en torno a la cruz, serán llevadas por dos jóvenes de la Diócesis de Roma y dos jóvenes libaneses. Acompañará el rito el canto de un coro procedente del Líbano.
    "¿Cuál es el camino para la vida eterna? Jesús respondió a esta pregunta, que arde en lo más profundo de nuestro ser, recorriendo el camino de la cruz": así comienzan las meditaciones que serán leídas en el Coliseo. En el texto hay numerosas alusiones a la Exhortación apostólica post sinodal de Benedicto XVI, "Ecclesia in Medio Oriente". El llamado a seguir al Señor "está dirigido a todos, en particular a los jóvenes y a cuantos sufren las divisiones, las guerras o la injusticia, y que luchan por ser en medio de sus hermanos señales de esperanza y operadores de paz".
    Los mensajes conciernen a todo tipo de personas. Se subraya que son muchos los que "ponen su autoridad al servicio de la injusticia y pisotean la dignidad del hombre y su derecho a la vida", concluyendo con una invitación a que los poseedores del poder "gobiernen en la justicia".
    En la cuarta estación hay un pensamiento para las familias: "En nuestras familias experimentamos también nosotros los sufrimientos causados a los hijos por sus padres y a los padres por sus hijos".
    La plegaria es que "en estos tiempos difíciles" los núcleos familiares puedan ser "oasis de amor, de paz y de serenidad, a la imagen de la santa familia de Nazaret". En otra estación se ruega por "todos los jóvenes que son oprimidos por la desesperación, por los jóvenes víctimas de la droga, de las sectas y de las perversiones".
    La mirada se mantiene atenta sobre los muchos riesgos presentes en la sociedad actual, incluyendo el "laicismo ciego" o el "fundamentalismo violento", que "toma como pretexto la defensa de los valores religiosos".
    También se dirige una clara negativa a "todos aquellos que promueven el aborto", o a los "defensores de la eutanasia".
    Finalmente, es constante la referencia a las poblaciones de Medio Oriente, "tierra lacerada por la injusticia y los conflictos".
    En la penúltima estación la plegaria es "por las víctimas de las guerras y de la violencia que devastan, en este tiempo, varios países de Medio Oriente, así como otras partes del mundo".
    El auspicio es que "los desplazados y los migrantes forzados puedan volver cuanto antes a sus casas y sus tierras".
    La invocación se formula con intensidad: "Haz, Señor, que la sangre de las víctimas inocentes sea la semilla de un nuevo Oriente más fraterno, más pacífico y más justo, y que este Oriente recupere el esplendor de su vocación de cuna de civilizaciones y de valores espirituales y humanos".
    Al final, será el Papa quien dirija la palabra a los fieles. GDC-DS/ACZ

29/03/2013 14:42


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