España y EE UU, epicentros de los incidentes más espectaculares
Miguel Pedrero
Desde el verano de 2012 han sido numerosos los testigos que han tenido la oportunidad de filmar y fotografiar OVNIs, incluso a plena luz del día. Hasta finales del pasado año era España el país en el que se habían registrado los casos más espectaculares, pero a principios de 2013 EE UU tomó el relevo. Un reportero de AÑO/CERO ha entrevistado a algunos de los protagonistas de esta clase de incidentes, además de acceder a interesantes documentos gráficos.
En la madrugada del 27 al 28 de julio de 2012,
Eugenio Carcallón, Óscar Núñez y la hija de éste, una niña de corta
edad, se encontraban en el monte de A Zapateira –cercano a la ciudad de A
Coruña–, participando en una alerta OVNI organizada por el popular
programa radiofónico Otros Mundos, dirigido y presentado por Javier
Belmar. Al igual que otras miles de personas, decidieron pasar esa
veraniega noche al aire libre, observando el firmamento, al tiempo que
escuchaban dicho espacio de radio. «Ni se nos pasaba por la imaginación
siquiera la posibilidad de observar algo extraño –me decía Carcallón en
el lugar de los hechos–, simplemente decidimos disfrutar de un rato
agradable en pleno campo. Pero lo que sucedió, rompió todos nuestros
esquemas, sobre todo los de mi amigo», dijo mirando directamente a
Óscar, quien tomó la palabra: «Yo era totalmente escéptico en materia de
OVNIs, pero después de lo que vimos, he cambiado totalmente de
parecer».Desde el verano de 2012 han sido numerosos los testigos que han tenido la oportunidad de filmar y fotografiar OVNIs, incluso a plena luz del día. Hasta finales del pasado año era España el país en el que se habían registrado los casos más espectaculares, pero a principios de 2013 EE UU tomó el relevo. Un reportero de AÑO/CERO ha entrevistado a algunos de los protagonistas de esta clase de incidentes, además de acceder a interesantes documentos gráficos.
GRABAN EL DESPEGUE DE TRES NO IDENTIFICADOS
La noche discurría con tranquilidad, entre animadas charlas y risas, cuando a la una y diez de la madrugada nuestros protagonistas observaron sobre sus cabezas una enorme bola luminosa. Eugenio tardó unos valiosos segundos en reaccionar y, cuando agarró su cámara fotográfica, una Canon EOS 1100D dotada de un objetivo de 75-300 mm, el No Identificado ya se había perdido en el interior de una nube. «Se trataba de una bola de luz de una potente luminosidad naranja, como si fuera una especie de sol», aseguraba Óscar, que continuó con el relato de los hechos: «Nada más desaparecer dentro de la nube, mi hija comenzó a gritar: ‘¡Otra, otra, está saliendo otra!’ Nos giramos y, efectivamente, vimos que a lo lejos había una nueva esfera luminosa de similares características a la anterior, que se desplazaba a ras de suelo, entre unos árboles. Ascendió un poco, se mantuvo un rato sobre la arboleda y aceleró en trayectoria ascendente. Al llegar a media altura, justo sobre nuestra vertical, hizo una pequeña parada y siguió subiendo a trompicones, parándose y reanudando la marcha en varias ocasiones».
El OVNI se introdujo en la misma nube que el primer objeto volador, momento en el que, atónitos, contemplaron otra bola de luz que despegaba de idéntica zona que la anterior. Eugenio continuó explicando lo sucedido: «Vimos cómo el objeto anaranjado salía de entre los árboles. ¡No me lo podía creer, era el tercero! El primero no lo conseguí grabar, pero sí el segundo y este último. Puse la cámara en modo vídeo y durante más de cuatro minutos pude filmar el avistamiento», decía mientras me mostraba la grabación en un pequeño ordenador portátil
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