La ley del mercado supera a la ley de dios o cómo usar productivamente las iglesias
Interesante
columna de Morcir Ayala, claro que sí. En Alemania, ante la falta de
fieles, lo que ha provocado crisis en las iglesias, se han puesto a la venta capillas y templos católicos y evangélicos.
El ateísmo se impone, gracias a dios.
En ese país, la iglesia evangélica cerró 340 templos entre 1990 y 2010, y otros mil templos tendrán que ser cerrados en los próximos 20 años. Se entiende: entre 120 mil y 150 mil personas abandonan la iglesia evangélica cada año.
A la iglesia católica no le va mejor. Moacir cita a El País: “Según el informe anual 2011-2012 de la Conferencia Episcopal, 126 mil 488 personas abandonaron en 2011 la Iglesia católica alemana, una sangría que obligó a los obispos a cerrar más de 400 templos”. Y en los próximos 10 años cerrarán unas 700 iglesias.
Moacir Ayala pregunta qué pasa con las iglesias que se venden en Alemania. “Son convertidas en atractivos restaurantes, pistas de baile, gimnasios y oficinas de lujo”.
Como las leyes del mercado, a diferencia de las leyes divinas (gracias a dios) son absolutamente inflexibles, pronto veremos a la iglesia mexicana poner a la venta algunos de sus templos para poder sostenerse.
Doy, entonces, algunas ideas para reconvertir las iglesias en negocios verdaderamente productivos:
Iglesia de San Agustín, ubicada en Horacio y Musset, en Polanco. DF. Si se vendiera sería ideal para un restaurante de comida tailandesa y un complejo de apartamentos de lujo.
Otra iglesia de Polanco, en el Distrito Federal, la San Ignacio de Loyola, situada en Horacio y Moliere, podría ser un buen centro de exhibición de mercancías del Palacio de Hierro, sobre todo vinos, quesos, gastronomía refinada.
Como exclusivo SPA podría funcionar la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo, que se encuentra en Newton y Lope de Vega en la colonia Chapultepec Morales.
La iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, que se ubica en la calle Andes en las Lomas de Chapultepec, puede ser el corporativo de una de las nuevas cadenas de TV que se abran en México.
La iglesia del Señor de la Resurrección, de Bosques Reforma en Bosques de Chapultepec, puede convertirse en despacho de abogados y en condominio horizontal con casas para gente de cierto nivel económico.
La iglesia de San Jacinto, de la Plaza San Jacinto, en San Ángel, puede operar muy bien como antro para jóvenes ricos. Hay espacio para levantar, ahí mismo, un hotel boutique para ejecutivos extranjeros.
La iglesia San Francisco, de la calle Juan Ignacio Ramón de San Pedro Garza García, Nuevo León, tiene todo para ser convertida en un complejo de cines VIP de Cinépolis y en hotel.
La iglesia de San José, ubicada en 15 de Mayo casi esquina con Pino Suárez, en Monterrey, puede ser una clínica de fisioterapia o un complejo de apartamentos para gente de clase media.
La iglesia Jesucristo Rey del Universo, de la colonia Miramar, en Zapopan, Jalisco, puede ser un centro de atención a niños con problemas psicológicos causados por haber sido abusados por los curas.
El ateísmo se impone, gracias a dios.
En ese país, la iglesia evangélica cerró 340 templos entre 1990 y 2010, y otros mil templos tendrán que ser cerrados en los próximos 20 años. Se entiende: entre 120 mil y 150 mil personas abandonan la iglesia evangélica cada año.
A la iglesia católica no le va mejor. Moacir cita a El País: “Según el informe anual 2011-2012 de la Conferencia Episcopal, 126 mil 488 personas abandonaron en 2011 la Iglesia católica alemana, una sangría que obligó a los obispos a cerrar más de 400 templos”. Y en los próximos 10 años cerrarán unas 700 iglesias.
Moacir Ayala pregunta qué pasa con las iglesias que se venden en Alemania. “Son convertidas en atractivos restaurantes, pistas de baile, gimnasios y oficinas de lujo”.
Como las leyes del mercado, a diferencia de las leyes divinas (gracias a dios) son absolutamente inflexibles, pronto veremos a la iglesia mexicana poner a la venta algunos de sus templos para poder sostenerse.
Doy, entonces, algunas ideas para reconvertir las iglesias en negocios verdaderamente productivos:
Iglesia de San Agustín, ubicada en Horacio y Musset, en Polanco. DF. Si se vendiera sería ideal para un restaurante de comida tailandesa y un complejo de apartamentos de lujo.
Otra iglesia de Polanco, en el Distrito Federal, la San Ignacio de Loyola, situada en Horacio y Moliere, podría ser un buen centro de exhibición de mercancías del Palacio de Hierro, sobre todo vinos, quesos, gastronomía refinada.
Como exclusivo SPA podría funcionar la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo, que se encuentra en Newton y Lope de Vega en la colonia Chapultepec Morales.
La iglesia de Nuestra Señora de Covadonga, que se ubica en la calle Andes en las Lomas de Chapultepec, puede ser el corporativo de una de las nuevas cadenas de TV que se abran en México.
La iglesia del Señor de la Resurrección, de Bosques Reforma en Bosques de Chapultepec, puede convertirse en despacho de abogados y en condominio horizontal con casas para gente de cierto nivel económico.
La iglesia de San Jacinto, de la Plaza San Jacinto, en San Ángel, puede operar muy bien como antro para jóvenes ricos. Hay espacio para levantar, ahí mismo, un hotel boutique para ejecutivos extranjeros.
La iglesia San Francisco, de la calle Juan Ignacio Ramón de San Pedro Garza García, Nuevo León, tiene todo para ser convertida en un complejo de cines VIP de Cinépolis y en hotel.
La iglesia de San José, ubicada en 15 de Mayo casi esquina con Pino Suárez, en Monterrey, puede ser una clínica de fisioterapia o un complejo de apartamentos para gente de clase media.
La iglesia Jesucristo Rey del Universo, de la colonia Miramar, en Zapopan, Jalisco, puede ser un centro de atención a niños con problemas psicológicos causados por haber sido abusados por los curas.
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