Munal: ¿Complicidad, cautela o incapacidad?
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La obra estuvo expuesta en el Munal con un orificio en la parte inferior (Proceso, 1892).
A diferencia de lo que afirmó en estas páginas Fernández Félix (Proceso, 1894), el dictamen no menciona un “desprendimiento”, sino una perforación circular en la cuenca del ojo del personaje indígena masculino. Perforación que se suma a otras dos que se encuentran en las zonas baja y media (Infomex, 1116100007013).
El argumento de Fernández Félix –equivocado y engañoso–, no sólo evidencia la mediocridad profesional de las labores de conservación y curaduría del Munal sino, también, alerta sobre el estado de vulnerabilidad en que se encuentra el patrimonio artístico que resguarda. Carente de documentos que hagan referencia a la revisión de los videos de seguridad (Infomex, 1116100007313), Fernández Félix no tiene argumentos para asegurar que “en el Munal no hay actos vandálicos”.
Otro aspecto que incide en la desprotección del patrimonio virreinal, decimonónico y moderno del acervo, es el relacionado con los procedimientos de invitación a creadores contemporáneos. Sin exigir un proyecto que describa el tipo de intervención o diálogo con la colección, en el Munal la carta de invitación “funge como aprobación” (Infomex, 1116100004013). Desde esta perspectiva, ¿cómo puede asegurarse que las radiaciones ultravioleta de la instalación neón de Gandalf Gavan no dañan las pinturas del siglo XVII?
Es un error considerar que las exposiciones que integran prácticas contemporáneas –como Pecados y Milagros, Infomex, 1116100007913– no generan costos museísticos, ya que al exhibirse en sus salas y utilizar a su personal (curaduría, difusión, seguridad, mantenimiento), se integran en los gastos de operación del recinto, los cuales en 2012 fueron de 102 millones de pesos.
El desempeño profesional de Miguel Fernández Félix exige una rendición de cuentas que integre las sanciones correspondientes. Además de las fallas en la protección y conservación del patrimonio, sus declaraciones en torno al daño de la pintura mencionada de Félix Parra ha incrementado la debilidad institucional del INBA. Su directora, María Cristina García Cepeda, ha optado la inmovilidad y, silencioso, Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, se mantiene como un observador.
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