Los #Gentlemen Gobernadores
Ana Paula Ordorica
¡Qué generosos somos los mexicanos! Políticos van y
vienen. Fortunas nacen y se hacen. Y todo a costilla de los mexicanos.
31/05/2013 01:00
Tabasco, Coahuila, Aguascalientes, Guanajuato son
sólo algunos de los gobiernos estatales que están en la mira por actos
de corrupción. Ahí, sus titulares o ex titulares podrían sumarse a la
fila que ya empieza a ser larga de #Ladies y #Gentlemen en el país.
A las #LadiesdePolanco #LadiesdelaRoma #GentlemandelasLomas #LadyProfeco y demás finuras se pueden unir Andrés Granier, ex gobernador de Tabasco, hoy prófugo de la justicia; Armando Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes, quien tiene orden de aprehensión por peculado y ejercicio indebido de sus funciones; Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, quien se encuentra plácidamente estudiando en Barcelona tras haber dejado a su estado endeudado con más de 35 mil 600 millones de pesos, y Juan Manuel Oliva Ramírez, ex gobernador de Guanajuato, cuya gestión se ve marcada por acusación de presuntos actos de corrupción por los proyectos para el Parque Guanajuato Bicentenario y para un tren ligero de Celaya a León que no se ha concretado.
La lista me parece que no es completa, pero cuando menos en estos casos hay pruebas de irregularidades en sus gestiones. Y retrata un patrón de corrupción a nivel estatal que linda en lo grotesco.
Una casa con 88 millones de pesos que unos dicen son del anterior gobierno y éstos se defienden aduciendo un montaje. El hecho es que en el país hay esos millones de pesos y más para que estén sentados en una casa.
También hay millones de pesos para pagar excesos en los presupuestos y los gobernantes simplemente abren la chequera y los pagan. Como el gobernador Oliva, que tenía un presupuesto de poco más de 300 millones de pesos y acabó costando más de mil 700 millones de pesos.
¡Qué generoso es México!, y ¡qué generosos somos los mexicanos!
Políticos van y vienen. Fortunas nacen y se hacen. Y todo a costilla de los mexicanos. Y más allá de estar unos días en las primeras planas de los periódicos y en las noticias, no pasa mucho.
El ex gobernador Andrés Granier hoy es prófugo de la justicia. Y somos muchos los que creemos que si no se genera una indignación social importante, Granier va a ser libre de disfrutar los frutos de los recursos que muy probablemente se robó de los tabasqueños.
Este escenario nos deja en un binomio perverso como sociedad: corrupción e impunidad van de la mano. Bajo este esquema, no importa que exista la alternancia y que llegue un nuevo gobierno a denunciar lo que hizo o dejó de hacer el antecesor. Fuera de unos momentos de mala prensa, no habrá grandes repercusiones. La gente en la calle seguirá alabando al que más tiene, no importando la procedencia de su dinero.
Basta recordar cómo hasta hace poco se le pedían autógrafos a Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino, acusado (luego exonerado) por un fraude de 440 millones de pesos.
Las autoridades no actúan ante casos de corrupción. Y la sociedad no nos indignamos. Eso es impunidad.
Twitter: @AnaPOrdorica
A las #LadiesdePolanco #LadiesdelaRoma #GentlemandelasLomas #LadyProfeco y demás finuras se pueden unir Andrés Granier, ex gobernador de Tabasco, hoy prófugo de la justicia; Armando Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes, quien tiene orden de aprehensión por peculado y ejercicio indebido de sus funciones; Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, quien se encuentra plácidamente estudiando en Barcelona tras haber dejado a su estado endeudado con más de 35 mil 600 millones de pesos, y Juan Manuel Oliva Ramírez, ex gobernador de Guanajuato, cuya gestión se ve marcada por acusación de presuntos actos de corrupción por los proyectos para el Parque Guanajuato Bicentenario y para un tren ligero de Celaya a León que no se ha concretado.
La lista me parece que no es completa, pero cuando menos en estos casos hay pruebas de irregularidades en sus gestiones. Y retrata un patrón de corrupción a nivel estatal que linda en lo grotesco.
Una casa con 88 millones de pesos que unos dicen son del anterior gobierno y éstos se defienden aduciendo un montaje. El hecho es que en el país hay esos millones de pesos y más para que estén sentados en una casa.
También hay millones de pesos para pagar excesos en los presupuestos y los gobernantes simplemente abren la chequera y los pagan. Como el gobernador Oliva, que tenía un presupuesto de poco más de 300 millones de pesos y acabó costando más de mil 700 millones de pesos.
¡Qué generoso es México!, y ¡qué generosos somos los mexicanos!
Políticos van y vienen. Fortunas nacen y se hacen. Y todo a costilla de los mexicanos. Y más allá de estar unos días en las primeras planas de los periódicos y en las noticias, no pasa mucho.
El ex gobernador Andrés Granier hoy es prófugo de la justicia. Y somos muchos los que creemos que si no se genera una indignación social importante, Granier va a ser libre de disfrutar los frutos de los recursos que muy probablemente se robó de los tabasqueños.
Este escenario nos deja en un binomio perverso como sociedad: corrupción e impunidad van de la mano. Bajo este esquema, no importa que exista la alternancia y que llegue un nuevo gobierno a denunciar lo que hizo o dejó de hacer el antecesor. Fuera de unos momentos de mala prensa, no habrá grandes repercusiones. La gente en la calle seguirá alabando al que más tiene, no importando la procedencia de su dinero.
Basta recordar cómo hasta hace poco se le pedían autógrafos a Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino, acusado (luego exonerado) por un fraude de 440 millones de pesos.
Las autoridades no actúan ante casos de corrupción. Y la sociedad no nos indignamos. Eso es impunidad.
Twitter: @AnaPOrdorica
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