Tijuana, la tv y la “tragedia” nacional
Escrito por Monitoreo Informativo el 31 mayo 2013 a las 11:09 am en Monitoreo Informativo, Telecomunicaciones
El Universal, Cartera, 31 mayo 2013
Columna Telecom y Medios
por Gabriel Sosa Plata
“No han visto aun lo que la gente hace
cuando se queda sin tv. En Argentina pasó en el 89, se racionó,
enloquecían”, nos advierte en Twitter un analista argentino del sector,
Miguel Smirnoff. ¿Algo similar sucede en Tijuana, luego de que alrededor
de 14 mil familias se quedaron sin posibilidad de recibir las señales
digitales porque no alcanzaron decodificadores subsidiados por la misma
sociedad, la que paga sus impuestos?
*
“El cable es un lujo”, dijo una
televidente en una nota que transmitió el martes en cadena nacional el
noticiario estelar de Televisa. “Y los canales que miramos, como el
canal 2, principalmente, ¡cómo que nos lo van a quitar! ¡eso no, no se
vale!”, afirmó molesta la ciudadana. Muchos testimonios similares han
alimentado los noticiarios de algunas televisoras. Esta “tragedia”
recuerda mucho otra gran pérdida, la de Paco Stanley, en junio de 1999.
“Nos quitaron a nuestro Paco” se decía con indignación una y otra vez en
las pantallas de tv. Ahora, les quitaron el canal 2. Entonces, como
ahora, la tv identificó a un solo culpable de estas condenables
pérdidas: el gobierno.
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¿Hasta qué grado la “tragedia” ha sido
sobredimensionada desde los medios? ¿hasta qué grado se ha alimentado el
descontento desde las mismas televisoras? “Dudas, quejas o
aclaraciones, llama a Cofetel: 01800 200 0120 o al Ayuntamiento de
Tijuana: (664) 8973 7000” es el cintillo que aparecía continuamente en
uno de los canales de la ciudad fronteriza próximo a apagar su señal
analógica. Como se dice coloquialmente, les echaron a andar al gobierno
municipal y a la población horas antes del apagón. Y lo lograron.
Decenas de personas acudieron al día siguiente a la oficina del
presidente municipal para exigir que les devolvieran sus canales
analógicos. Ya había “nota” periodística.
*
Una “tragedia” como estas es muy
rentable políticamente. Por eso, el senador, el diputado, el presidente
municipal, el líder empresarial y hasta el experto del sector condenan
el “autoritarismo” de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, en
particular de su presidente, Mony de Swaan (por cierto ¿y el resto de
los comisionados que también avalaron los cambios a la política en la
materia?), y se suman a la nobleza de la demanda colectiva del señor
Krasovsky y asociados en la defensa de los tijuanenses para ver el
futbol, las telenovelas y las noticias a través de los ocho canales de
tv disponibles en la ciudad.
Quienes defienden este apagón, son
inhumanos, insensibles, porque no es quitar una “droga” sino el mismo
“pan”. Es más, podrían ser acusados ante las instancias de derechos
humanos porque se vulneran el derecho a la información y la libertad de
expresión de los afectados. En Twitter, en broma y en serio, se dijo que
es el momento de desempolvar los libros y los radios “analógicos”, en
los que se puede escuchar una oferta más amplia de contenidos que la tv
abierta sin pagar un centavo por el servicio y sin necesidad de comprar
decodificadores. Ah, y también podría haber más tiempo para la
convivencia familiar.
*
Y de repente, algunos actores de nuestra
política nacional parecen sorprendidos de la “tragedia”: desde el
senador que formó parte del gabinete del autor (el presidente de la
República) del decreto que adelantó el apagón analógico de la tv del
2021 al 2015, hasta el presidente municipal que acudió puntualmente a la
cita, el 11 de octubre de 2012, para sentarse a lado del mismo
personaje, tomarse la foto y escucharlo decir que Tijuana sería la
primera ciudad de México y América Latina en apagar las transmisiones
analógicas de tv en 2013.
“Yo todo lo supe por la prensa”, dice
ahora el desinformado munícipe de la ciudad fronteriza, Carlos
Bustamante, y declara a los medios que incluso ha sido amenazado por el
presidente de la Cofetel por oponerse al cambio tecnológico. Uf, más
“nota”, para ser transmitida incluso en cadena nacional y seguir
alimentando el descontento.
*
Hasta el IFE se sube al carril de la
protesta ante el cambio tecnológico, justo en la misma semana que tomó
una decisión que parece beneficiar a las mismas televisoras en cuanto a
los bloqueos las señales nacionales en estaciones de cobertura local. No
dijo que estaban en riesgo las elecciones del próximo 7 de julio en
Baja California, pero casi, debido a que hay un porcentaje, aunque sea
mínimo, de la población que no podrá ver en la tv los mensajes
propagandísticos de los partidos políticos y de promoción del voto. Otra
“tragedia”. Pero como bien dijo un político de la entidad, es el
momento de retomar una anticuada estrategia de comunicación política, ya
olvidada por muchos candidatos mediatizados o que han priorizado sus
campañas a través de la “magia” de los spots de 30 segundos en la tv:
visitar las empobrecidas colonias que no tendrán ya acceso a los canales
analógicos. No les caería nada mal “empaparse” de las demandas, éstas
sí indispensables, en alimentación, salud, educación y seguridad;
magnificarlas en los medios, como ahora con la “tragedia” de la tv, y
trabajar en atenderlas.
*
Toda transición no está exenta de
problemas. Baste revisar la experiencia del apagón analógico de la tv en
otros países para advertirlo. En España, en Portugal, en Francia, en
Estados Unidos y otros no se logró, en ningún caso, una penetración del
100 por ciento de equipos digitales o decodificadores antes del cambio
tecnológico. Y eso que en muchos de estos países hay mayores recursos.
En Tijuana, según cifras oficiales, se
logró que un 93 por ciento de los hogares con acceso sólo a la tv
abierta recibiera, gratuitamente, los decodificadores. Los recursos
utilizados para ello fueron obtenidos después de muchos obstáculos
promovidos por los mismos personajes que en la legislatura anterior y en
la actual hoy “exigen” rendición de cuentas a la Cofetel sobre el
“fracaso” del apagón analógico en Tijuana. ¿No debería ser al revés? Yo
creo que sí. Los ciudadanos deberíamos exigir la comparecencia de los
diputados y senadores que sistemáticamente han boicoteado la transición
hacia la tv digital, no necesariamente por los intereses de la sociedad,
sino por los intereses que los llevaron a esos cargos. Como dijo la
televidente de Tijuana: “no, no se vale”.
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