domingo, 5 de octubre de 2014

Carta dirigida al nefasto 2 de octubre (46 años después)

Carlos Alazraki Carlos Alazraki
 
Carlos Alazraki

 
Carta dirigida al nefasto 2 de octubre (46 años después)
Carlos Alazraki
 
Estimado 2 de Octubre:
Han pasado ya 46 años de ese nefasto día. Un día que muchos de nosotros jamás olvidaremos. Y jamás lo olvidaremos, porque nos tocó vivirlo. El motivo de esta carta semanal no es analizar si el Ejército tuvo toda la culpa, o que si Diaz Ordaz la tuvo, o que si había estudiantes con armamento donado por la comunista República Soviética o lo que sea. Eso ya pasó y estoy seguro que nunca se sabrá en realidad lo que pasó. Me refiero a la verdadera realidad. Todos los estudiantes universitarios que vivimos el 68, lo vivimos de diferentes maneras. Y cada uno de nosotros tiene su propia versión y su propia historia. En fin, un día muy negro en nuestra historia y en nuestra —ex— dictadura. Un día inolvidable.
46 años después de esta tragedia, yo me pregunto ¿De que sirvió tanto desastre? Y la verdad, encuentro varias respuestas interesantes que me gustaría compartirles: En primer lugar, el derecho a manifestarnos. En los 60 no se permitía. (Solamente eran permitidas las marchas oficiales del Día del Trabajo, del 20 de noviembre y del 16 de septiembre). Tampoco se permitía la libertad de expresión.
Sin embargo, gracias al movimiento estudiantil, las manifestaciones ya están permitidas en su totalidad (aunque su reglamentación siga siendo un horror). Estas manifestaciones “democráticas” nos han partido literalmente la madre al 99.5 de la población que no protesta.
Sobre todo porque el gobierno del Distrito Federal y la Asamblea Legislativa del DF tienen pavor de hacer algo a favor de la mayoría ciudadana. Pavor no es la palabra correcta, yo más bien diría miedo. A estas instituciones les da miedo reprimir las manifestaciones que lesionen los intereses de la población en general, porque tienen pavor a que se repita un 68.
Aunque les aclaro que ninguno de estos gobernantes vivió el 68. O eran unos niños o ni siquiera habían nacido.
Pero no importa. No tocarán jamás a un manifestante aunque destruyan la ciudad. Nuestra honrosa Asamblea es una bola de maricones (con respeto a los gays) que no reformarán ninguna reglamentación por miedo. No importa que destruyan lo que destruyan… no importa...
¡Lástima por todos nosotros chilangos que las padecemos por vivir en la capital de la república!
Cambiando el tema: También, el 68 abrió la democracia. Una democracia que llegó para quedarse. Una democracia con diez partidos políticos. Tan buena democracia, que veinticinco años después, un partido de izquierda preside el Senado y la Cámara de Diputados (más valía tarde que nunca).
Tan buena democracia, que hasta nosotros los ciudadanos, mantenemos a los diez partidos. También, se ha respetado la democracia sindical. Tan respetada, que hasta el actual líder sindical de los telefonistas dijo hace más de treinta años en su toma de protesta, como secretario general, que jamás sería un Fidel Velázquez.
Refiriéndose al tema de la reelección. (Qué buen chiste, y ya no hablo de los demás sindicatos porque ese no es el tema de hoy ).
En fin mi inolvidable 2 de Octubre: Gracias a ti, tenemos libertad de expresión. Ya tenemos una democracia que se consolida día a día. Vivimos en general en paz. Repito… en general. Nuestros hijos tienen oportunidades de prosperar si las buscan. México está considerado entre las primeras doce economías en el mundo. El mundo nos respeta y en general se nota que vamos por el camino correcto. Aunque… Por no tener lana… No tendremos ni Olimpiadas ni Mundial…
carlos@alazraki.com.mx

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