La “Ronda Cero” y “Ronda Uno” reparten el país

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Angel Sandoval.






La “Ronda Cero” y “Ronda Uno” reparten el país
Eduardo Esquivel @EsquivelAncona sáb 4 oct 2014 11:14


La publicación de la reforma energética, con sus respectivas leyes secundarias y la definición de la llamada “ronda cero”, le dan a Pemex la posibilidad de seguir explotando yacimientos.

La Reforma Energética fue declarada constitucional por la Comisión Permanente del Congreso el pasado 18 de diciembre, tras ser aprobada en el congreso federal por una mayoría calificada, y después de alcanzar el aval de 26 congresos estatales. Con esto se modificaron los artículos 25, 27, y 28 de la Constitución, y se aprobó que la legislación de México ya permita los contratos con empresas privadas nacionales y extranjeras en la explotación y extracción de petróleo y demás hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo.

La apertura del sector energético a la inversión privada necesitaba una definición de cómo se llevarán a cabo los nuevos proyectos y contratos para exploración y extracción de hidrocarburos, asignando las áreas que Petróleos Mexicanos (Pemex), tendrá en exclusividad para desarrollar su trabajo, lo cual se conoce como “ronda cero” y las superficies del territorio nacional que se concesionarán al sector privado para la explotación de los energéticos, esto conocido como “ronda uno”.

La definición de “ronda cero” consiste en la primera asignación que se le estará dando a Pemex para que elija los campos en los que desea trabajar (exploración y extracción) y en los que tiene capacidad de operar, antes de la entrada de la inversión privada.

La reforma energética, le da a Petróleos Mexicanos, la oportunidad de que la petrolera estatal, se asocie o celebre contratos, ya no solamente de servicios con empresas privadas, en las áreas asignadas en la “ronda cero” con esto se podrá elevar la productividad y la rentabilidad de los yacimientos.

La “ronda cero” da a Pemex apoyo para su modernización y mejora tecnológica y tendrá en un periodo inicial el derecho de elegir los campos que desea explorar y explotar, ahora que la compañía petrolera mexicana se ha convertido en empresa productiva del Estado y con lo que deja de ser el monopolio, por lo cual tendrá que competir con corporativos privados.

Las áreas de exploración que fueron asignadas a Pemex, por la “ronda cero” son aquellas en que la paraestatal haya realizado descubrimientos comerciales o inversiones en exploración, con el fin de que la compañía petrolera mexicana siga con los trabajos hasta por tres años más, prorrogables por un periodo adicional de dos años.

En lo que respecta a la extracción en la “ronda cero” se establece que Pemex mantendrá sus derechos sobre las áreas que se encuentran en producción a la fecha en que entre en vigor el derecho de reforma constitucional.

Con esto, los nuevos operadores nacionales y extranjeros que sean beneficiados a través de las asignaciones que prevea la ley, realizarán trabajos en los lugares en los que Pemex actualmente no lleva a cabo actividades. De esta forma se garantiza que haya no sólo competencia, sino mayor eficiencia en la extracción de los recursos naturales del país.

El pasado 13 de agosto, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, informó que Pemex se quedará con el 83 por ciento de las Reservas 2P y con el 21 por ciento de los Recursos Prospectivos del país, para dar cumplimiento a la llamada “ronda cero”, estipulada en la Reforma energética. Con esto la petrolera mexicana se quedará con todas las Reservas 2p que había solicitado y el 67 por ciento de su petición en recursos prospectivos. Por otra parte, la iniciativa privada licitará el 60 por ciento de las reservas de los hidrocarburos del país, es decir 82 mil 500 millones de barriles de petróleo.

El tamaño total del área asignada a Pemex en la “ronda cero” alcanza una superficie cercana a 90,000 kilómetros cuadrados y un estimado de 20,600 millones de barriles de petróleo crudo equivalente a 15 años y medio de explotación al ritmo actual y otros cinco años en superficies de exploración, indicó el funcionario de la Secretaría de Energía (Senar). Con esto se garantiza que la petrolera mexicana seguirá produciendo 2.5 millones de barriles diarios en los próximos 20 años.

La publicación de la reforma energética, con sus respectivas leyes secundarias y la definición de la llamada “ronda cero”, le dan a Pemex la posibilidad de seguir explotando yacimientos, en los que ya se tienen mucha experiencia y también podrá explotar otros yacimientos donde la paraestatal no tiene tanta experiencia pero podrá asociarse con inversionistas privados que cuenten con la tecnología adecuada para hacerlo.

El director general de Pemex afirmó, en días pasados, que la petrolera que él dirige ha identificado de entre los campos que le han asignado, diez oportunidades de asociarse estratégicamente a consolidar en 2015. Estos proyectos, involucran la inversión de más 32,000 millones de dólares en lapsos que varían de cinco a diez años, según cada proyecto.

La “ronda uno” establecerá las áreas geográficas y condiciones para la exploración y explotación de hidrocarburos por la inversión privada ya sea en alianza con Pemex a través de los contratos de producción y utilidad compartida, o licencias que permitirán a los privados trabajar solos.

Las pre-bases para la asignación de áreas para licitar entre los inversionistas privados 169 bloques de los cuales 109 corresponderían a proyectos de exploración y 60 a extracción dentro de la “ronda uno” está prevista para el próximo mes de noviembre, por ello la Secretaría de Energía, empezó a difundir entre los inversionistas información con más detalles de estas superficies en donde se presume pueden encontrar petróleo y gas para extraer.

Los bloques de la “ronda uno” suman 28 mil 500 kilómetros cuadrados de extensión, lo que representaría inversiones por 12 mil 600 millones de dólares anuales en promedio entre 2015 y 2018.

Se calcula que de estas inversiones 8 mil 500 millones se obtendrán a partir de las empresas que se asocien con Pemex para buscar crudo en yacimientos que la paraestatal elija.

Dentro de la “ronda uno”, “los cuartos de datos” se abrirán en diferentes momentos, el 15 de enero de 2015 para aguas someras; el 15 de febrero para crudo extra-pesado, el 15 de marzo para Chicontepec y recursos no convencionales, el 15 de abril para bloques de tierra; y el 15 de mayo para aguas profundas.

Se especula que una de las principales áreas de interés de las multinacionales dedicadas a la explotación de los hidrocarburos se encuentra las áreas en aguas profundas, de Perdido en los límites marítimos con Estados Unidos; a regiones en aguas someras, de donde se puede extraer crudo extra- pesado, y aguas profundas en el sur del Golfo de México.

En lo que respecta a las aguas profundas de Perdido, se tienen mapeados 11 bloques, en donde tendrán que realizarse trabajos exploratorios en cada uno y etiquetados con el volumen de reservas de petróleo crudo equivalente que podrían explotarse, en esa región, que abarca una superficie de 3 mil 506 kilómetros cuadrados, hay tres bloques productores de aceite extra ligero con reservas potenciales del orden de 487 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Para algunos grupos ambientalistas, la licitación de áreas para la explotación de gas y aceite Shale, dentro de la “ronda uno” , significa un motivo de preocupación, ya que se utilizará el sistema conocido como “fracking” (fracturación hidráulica) que es una técnica de extracción de hidrocarburos que requiere la creación de pozos que pueden llegar a usar hasta 80 millones de litros de agua potable combinada con químicos tóxicos que hacen liberar el gas, con lo que se impactaría negativamente los mantos acuíferos.

La mesa está puesta para que la inversión privada participe en el sector energético del país y comparta la renta de los hidrocarburos, pero hay que tener cuidado con las empresas que ya se están apuntando para la apertura del sector.

México necesita, como Noruega, atraer la inversión de empresas internacionales que permitan a Pemex y otras compañías nacionales tener acceso a tecnología avanzada en sociedad, sobre todo para explorar campos en aguas profundas donde, se estima, existe la mayor riqueza de crudo. Actualmente existen en el país 450 campos descubiertos, la petrolera mexicana ha enfocado su mayor inversión en los 60 campos más grandes, lo que significa que hay 350 campos que podrían ser explotados por empresas privadas.

La regulación y supervisión de la inversión y de los contratos así como la transparencia en las operaciones, deben ser muy efectivos para que esta apertura en el sector energético no se transforme en una pesadilla, como pasó con las privatizaciones de los bancos, carreteras, la petroquímica y otros sectores donde no se tuvo los resultados esperados y la población en general se vio gravemente afectada. La reforma energética, ni las leyes secundarias, recientemente aprobadas hablan del desarrollo tecnológico, de la industria de los hidrocarburos del país, ni tampoco se habla de aumentar presupuesto de las instituciones de educación superior para este fin.