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• Autor: Héctor Zagal

Grupo México: la sartén por el mango

Tras el desastre ecológico de Buenavista del Cobre, Grupo México publicó un desplegado preocupante en Reforma (21/08/14). El desplegado reitera el “compromiso con la calidad del agua del río Bacanuchi y Sonora”. Pura palabrería: la minera contaminó con 40 mil metros cúbicos lixiviado de cobre un par de ríos,  una presa y, posiblemente, decenas de pozos. Se trata de 200 kilómetros de río, no un una arroyo menor. El líquido contiene, entre otras sustancias, ácido sulfúrico. Estamos ante una catástrofe de gravísimas consecuencias.
El compromiso ecológico de la minera tampoco le impidió ocultar “el incidente” a las autoridades durante un par de días. Un accidente de esa magnitud debió haber sido comunicado de inmediato. La empresa, en cualquier caso, insiste en “la naturaleza fortuita del incidente”. Como quien dice, fue culpa de la casualidad, de la mala suerte.
Los invito a leer el desplegado. No ofrece una disculpa franca, al contrario, es una velada amenaza. Grupo México nos informa que autorizó en 2012 una inversión de 4,141 millones de dólares en Sonora. De esa cantidad, ya se invirtieron 2,021 millones de dólares. A buen entendedor, pocas palabras. ¿Se entiende por qué el gobernador Padrés ha reaccionado con tanta tibieza?  Con la cartera por delante, ¿quién se atrevería a regañar a una empresa que invierte esas cantidades en la entidad que se gobierna?
Por si fuese poco, las multas serán ridículas. Se habla de 40 millones de pesos, cantidad irrisoria comparada con lo 15 mil 500 millones de pesos de utilidades de Grupo México en el primer semestre de 2014.
A pesar de todo, la Comisión de Permanente del Congreso exhortó al Ejecutivo a cancelar la concesión de la mina. La reacción me parece adecuada, pero el problema será la pérdida de la inversión. En el remoto caso de que la concesión fuese cancelada, la economía del estado de Sonora sufriría un rudo golpe. El dilema ante el que nos encontramos es perverso. Un castigo ejemplar a Grupo México implicaría castigar la economía de Sonora. Una sanción tibia extendería un cheque en blanco a la depredación ecológica.
Pues más vale que aprendamos a resolver estos dilemas, porque gracias a la reforma energética serán una constante en México. Si no ponemos un ejemplo ahora, las empresas petroleras devastarán el ya muy lastimado territorio nacional. ¿Cómo vamos a reaccionar cuando haya estos “incidentes” en los pozos? Quizá la solución sea obligar a la empresa a reparar el daño; pero es mucho, mucho dinero.
La ingenuidad de nuestros gobernantes es digna de una princesa de Disney. El gobernador de California, Jerry Brown, se lo advirtió recientemente a México. Si nuestro gobierno no aplica mano dura con las petroleras, “se los van a comer vivos”. Por ello, el caso de Grupo México y el río Sonora marcará el rumbo del país. Así como lo oyen. Nos estamos jugando el todo por el todo. Estamos ante una catástrofe de gravísimas consecuencias.
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal