domingo, 5 de octubre de 2014

Mi derecho a criticar

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  • Autor: Héctor Zagal

Mi derecho a criticar

A nadie le gusta recibir críticas. Soy profesor y escritor y les confieso que cuando un estudiante o un lector cuestiona la calidad de mi trabajo se me hace moñito el hígado. Sin embargo, dar clases y publicar implica ese riesgo. Mi trabajo está sujeto a las crítica de mis alumnos y mis lectores.
En el caso de los gobernantes de un país democrático, la apertura a la crítica es una obligación grave. La diferencia entre un faraón y un político democrático es que el soberano egipcio reina por ser hijo del Dios Sol (o algo así), mientras que el segundo nos gobierna porque votamos por él. Por eso, los funcionarios democráticos reciben el nombre de “servidores públicos”. Son personas a las que tú y yo les pagamos con nuestros impuestos. Y, por cierto, les pagamos muy, pero muy bien.
En el caso de la Socialdemocracia la obligación de autocrítica se multiplica. La esencia de la izquierda es, ni más ni menos, que la crítica. Los pensadores de izquierda saben que el poder tiende a ser autocomplaciente. El político tiende a blindarse y a regodearse en sus triunfos, aparentes o reales. El poder ciega. Es muy fácil que el político democrático olvide que debe dar cuentas al pueblo de su poder. Su obligación es justificar racionalmente sus decisiones.
Como saben, publiqué la semana pasada el post “¿Por qué Mancera debe renunciar en el DF?”. Muchas personas leyeron el texto. Lo sorprendente es que alguien se tomó la molestia de denunciar el post como “contenido malicioso” en twitter. ¿No les parece raro? ¿Quién se habrá tomado la molestia? ¿Algún fan de Miguel Mancera? Eso supongo.
En cualquier caso, estoy seguro de que no fue ninguna persona del equipo de Comunicación Social del equipo de Miguel Mancera. Sería impensable que un servidor público, cuyo función es trabajar por el DF, se atrevería a gastar su tiempo en censurar a los críticos del jefe de Gobierno de la Capital. El área de Comunicación Social de un gobierno democrático, especialmente de un gobierno izquierda, sirve para difundir la información útil a la ciudadanía, no para proteger a su jefe de los cuestionamientos de los ciudadanos.
El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, sabe que su obligación es escuchar las críticas, no acallarlas. ¿Verdad?
@hzagal

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