El gran riesgo de los nanomateriales en los alimentos que comes
Con
la llegada de la globalización y debido a las prácticas monopólicas y
los avances tecnológicos, nuestro suministro de alimentos pasó a
depender de un sistema global de producción, distribución y
manufactura. Hoy en día, la comida ya no es lo que siembran y cosechan,
sino que depende en gran medida de lo que se crea en un laboratorio,
muchas veces sin la supervisión adecuada y casi siempre sin pruebas
adecuadas.
Los ingredientes no deseados
no sólo están contaminando nuestros alimentos sino que en realidad
están siendo utilizados para probar cómo los seres humanos reaccionan a
su ingestión en lo que podría llamarse un experimento abierto con licencia a escala global.
Recientemente,
la organización Amigos de la Tierra (FoE) publicó un informe
titulado Ingredientes Pequeños, Grandes Riesgos , que detalla cómo la
industria alimentaria utiliza la tecnología para añadir secretamente
metales no marcados, como puede ser la plata a los productos conocidos
como el queso, chocolate, leche, soda, caramelos, soja, almendra, arroz,
chicles, palomitas de maíz, aderezos para ensaladas y aceites, yogur,
cereales, galletas, pastas y bebidas deportivas. Estos productos son
fabricados por algunos de los grandes nombres de la industria de
alimentos, incluyendo Kraft, General Mills, Hershey, Nestlé, Coca-Cola,
Unilever, Smucker y Albertsons.
La
medida en la que los nanomateriales se utilizan a lo largo de la cadena
alimentaria sigue envuelta de misterio. Dado que el uso de
nano-ingredientes es una práctica novel, las empresas que los utilizan
en nuestros alimentos lo hacen sin limitación. Al día de hoy, no hay
leyes que describan la forma adecuada en que las nanopartículas deberían
ser utilizadas en los productos alimenticios. No hay parámetros para la
adición de ellos y no se tiene la obligación de probar sus efectos
sobre nosotros. Lo que los investigadores han encontrado es que la
evidencia científica indica que estos nano-ingredientes pueden ser
tóxicos para los seres humanos y el medio ambiente.
"La
nanotecnología es una poderosa tecnología emergente la cuál desarma y
reconstruye la naturaleza a nivel atómico y molecular. Y es que
materiales extremadamente pequeños –o nanoescala- ahora se encuentran en
una amplia gama de productos de consumo. Las nanopartículas presentan
nuevas propiedades físico-químicas en comparación con las partículas de
mayor tamaño de la misma sustancia. Mientras que la nanotecnología está
siendo promocionada como un catalizador potencial de la próxima
revolución industrial y que podría tener efectos de largo alcance, este
campo está siendo comercializado en gran parte fuera de la vista pública
o del debate, y con pocas regulaciones para proteger a los
trabajadores, el público y el medio ambiente " explica Amigos de la
Tierra en su informe.
A
diferencia de otras organizaciones en defensa del consumidor, Amigos de
la Tierra está pidiendo a los gobiernos y a los políticos que comiencen
a regular la industria de la nano-tecnología, como medida de
precaución. Al igual que en el caso de los organismos genéticamente
modificados utilizados en cultivos como el maíz, la caña de azúcar, soja
y otros, se está utilizando nano-ingredientes en los productos
alimenticios que parece estar guiado por el deseo de aumentar los
beneficios empresariales por encima de todo lo demás. Como sucede en el
debate sobre los OMG, se están haciendo llamadas para que sea
obligatorio etiquetar los productos cuyos ingredientes incluyen
nanopartículas que se sospechen de causar daño a los seres humanos y el
medio ambiente.
"Los estudios indican que los nano-materiales manufacturados utilizados en los protectores solares (como óxido de zinc y óxido de titanio) tienen el potencial de dañar nuestra salud. Estos protectores solares también pueden dañar el medio ambiente cuando se lava, en la ducha o mientras se está en el agua, lo que permite que losnano-materiales potencialmente tóxicos puedan ser absorbidos por la cadena alimentaria dañando a los microbios que son útiles para los ecosistemas ".
Una
de las principales preocupaciones acerca de los nano-ingredientes en
los productos alimenticios es el crecimiento exponencial de su uso.
Según Amigos de la Tierra, el uso de nano-ingredientes ha crecido diez
veces en sólo seis años, y el número de empresas que invierten en esta
tecnología está creciendo tan rápido como las nanopartículas que se
utilizan para la fabricación de alimentos procesados. Unas 200 empresas
transnacionales de todo el mundo están invirtiendo millones de dólares
en el desarrollo de nano-tecnología en los alimentos.
Como
puedes sospechar, poco dinero que estas empresas invierte, lo usan en
el estudio de los daños que los nano-metales puedan causar, por ejemplo,
a la salud humana. A pesar de la clara indiferencia por el bienestar de
sus clientes, hay otros grupos que están haciendo una buena cantidad de
trabajo para dar a conocer los detalles que las industrias de la
nano-tecnología y de los alimentos no quieren que sepas, como es el caso
de Amigos de la Tierra.
Por
ejemplo, una consecuencia que se sospecha sobre la ingestión de
nano-partículas utilizadas en los alimentos procesados, es su capacidad
de ser más reactivo químicamente que las partículas más grandes de los
mismos productos químicos. Su pequeño tamaño también proporciona a las
nanopartículas un mayor acceso a nuestros cuerpos, lo que les permite
penetrar en las células, tejidos y órganos. El informe publicado por
Amigos de la Tierra, dice que "una mayor biodisponibilidad y una mayor
bioactividad pueden introducir nuevos riesgos de toxicidad", y que estas
nanopartículas "pueden poner en peligro nuestra respuesta del sistema
inmunológico."
Al
parecer, los nanomateriales tienen propiedades que abren nuevas
posibilidades para la industria de alimentos que incluyen el ser usados
como los llamados aditivos nutricionales, potenciadores de sabor y
colorantes, ingredientes antibacterianos y otros. El problema es que las
propiedades que parecen ser ventajosas pueden dar lugar a una mayor
toxicidad para el medio ambiente y por lo tanto para los seres
humanos. La amenaza planteada por la toxicidad de nano-ingredientes en
los alimentos procesados se sospecha que exprese sus efectos
patológicos a largo plazo, lo que hace que sea difícil para los médicos y
pacientes establecer estos nanoproductos claramente como la causa de la
enfermedad.
Además
de utilizar nanopartículas de plata, los alimentos procesados
contienen dióxido de titanio, de zinc, óxido de zinc y otros que son
simplemente etiquetados como suplementos nutricionales. Estos materiales
son "altamente tóxicos para las células humanas según estudios
realizados en laboratorio y con animales", afirma Amigos de la Tierra. A
pesar de todas las incógnitas, las industrias de alimentos y
nano-tecnología comenzaron su aventura sin ningún tipo de regulación o
de las reglas de seguridad antes de añadir nanomateriales a los
alimentos procesados, el embalaje e incluso a los productos agrícolas
que se utilizan más tarde en las plantaciones de los cultivos.
Según
Amigos de la Tierra, el problema más preocupante de todos estos
ingredientes diminutos es el nano-dióxido de titanio. Sus nanopartículas
son inmunológicamente activos, es decir, que causan una reacción del
sistema de defensa del cuerpo.
Estudios
más recientes llegaron a la conclusión de que las partículas de dióxido
de nano-titanio pueden jugar un papel significativo en la "exacerbación
de la inflamación gastrointestinal" porque adsorbe fragmentos
bacterianos y luego los lleva a través del tracto gastro-intestinal. Una
preocupación adicional es el uso de nano-agroquímicos en fincas y su
liberación en el medio ambiente. Como están las cosas ahora, los
agroquímicos ya están contaminando los suelos y fuentes de agua,
causando un daño significativo a los ecosistemas. Los mismos productos
agroquímicos y los ingredientes como BPA, Dioxinas y atrazina se
vinculan a un aumento en la propensión al cáncer y a problemas
reproductivos. El uso de nano-materiales y, en consecuencia
nano-agroquímicos es una ayuda más a la contaminación del medio
ambiente.
Por
el lado de la industria, Amigos de la Tierra recomienda que las
empresas "respeten el derecho de las personas a tener alimentos
saludables, en los que todos los ingredientes se han probado que
seguros." Con ese fin, los fabricantes de alimentos y otros que se
benefician de la venta de nano-alimentos deberían dejar de vender, así
como deberían dejar de usar nano-materiales en envases o en cualquier
otro material que entre en contacto con los alimentos procesados
vendidos a los consumidores.
En
cuanto al resto de nosotros, la única manera en que podemos influir en
el cambio en la forma que los nano-materiales se utilizan en los
productos alimenticios es preguntando y si es necesario exigir a las
industrias de nano-tecnología y de los alimentos que dejen de usar estas
partículas hasta que sean probadas como seguras, pidiendo a las
agencias gubernamentales que estudien y regulen el uso de
nano-materiales. Y si ni el gobierno ni la industria alimentaria desea
cambiar la forma en que se están utilizando estos nanomateriales en lo
que se podría considerar como el mayor experimento de masas jamás realizado,
siempre podemos optar por no comprar productos de las multinacionales
cuyos alimentos procesados, estén contaminados con nano-metales o
nano-productos químicos.
Las
nuevas técnicas y métodos aplicados a los alimentos llevan implícitos
posibles riesgos nuevos que deben valorarse. De ahí que deban evaluarse
con rigor los ingredientes en forma de nanopartículas antes de autorizar
su uso. Las propiedades de estas sustancias no se rigen por las mismas
leyes físicas que otras partículas más grandes.
Las
propiedades físicas o químicas (como el color, la solubilidad, la
reactividad química o la toxicidad) son, por tanto, muy distintas. En
febrero de 2009, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria publicó
un dictamen sobre los riesgos potenciales derivados de la nanociencia
aplicada en alimentos y piensos.
Entonces,
las principales conclusiones fueron que los datos sobre la exposición y
toxicidad oral a los nanomateriales son limitados y que debe incluirse,
en la identificación y caracterización de los riesgos, información
sobre si el material se ingiere en forma nano o no. El informe concluyó
también que las nanopartículas, por su diminuto tamaño, pueden circular
por el organismo de forma distinta a como lo hacen otras partículas más
grandes y que, por tanto, es necesario realizar evaluaciones de riesgo
para cada caso. Hay que fijar controles específicos para determinar una
posible toxicidad.
La
Organización Internacional de Normalización (ISO), responsable de
desarrollar normas internacionales para facilitar el comercio y el
intercambio de información, publicó en 2010 nuevas medidas
internacionales para evaluar la toxicidad de la nanotecnología aplicada a
los alimentos. El motivo de esta medida ha sido el cada vez mayor
crecimiento de las aplicaciones nanotecnológicas en el sector
alimentario. Esta tendencia al alza ha conducido, según los responsables
de las nuevas normas, a una creciente preocupación por parte de
investigadores, fabricantes o consumidores.
Con
la aplicación de nuevos materiales y técnicas se manifiestan nuevas
propiedades y efectos hasta ahora desconocidos. Uno de ellos es el
riesgo de exposición a sustancias potencialmente tóxicas, sobre todo en
trabajadores de las industrias que usan la nanotecnología. Garantizar la
seguridad de estas partículas es fundamental, según los responsables de
ISO, tanto para los trabajadores como para los consumidores. Por este
motivo, aprobaron la norma ISO10808:2010,
destinada a garantizar que los análisis para establecer la toxicidad
por inhalación de nanopartículas en el aire son fiables y aplicables en
todo el mundo.
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