El Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés)
denunció este lunes que más de 180 millones de personas en países
afectados por conflictos no pueden acceder al agua potable.
"En los países asolados por la violencia, el desplazamiento, el conflicto y la inestabilidad, los medios más básicos de supervivencia para los niños -como el agua- deben ser una prioridad", aseveró Sanjay Wijesekera, responsable de agua, saneamiento e higiene de Unicef, en un comunicado.
Los niños que viven en zonas inestables tienen cuatro veces más posibilidades de carecer de agua potable, agregó Unicef.
En 2015, al menos 484 millones de personas vivían en entornos inestables, de las que 183 carecían de agua en buenas condiciones, reveló un reciente estudio de Unicef junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras siete años de conflicto en Siria, 15 millones de personas (6,4 millones son menores) necesitan agua segura.
"Solo en 2017, hubo al menos 30 cortes de agua deliberados en Alepo, Damasco, Hama, Raqqa y Dara, con sistemas de abastecimiento destruidos y fuentes de agua contaminadas", refiere el comunicado.
El conflicto en el noreste de Nigeria ha destruido el 75 por ciento de la infraestructura de agua y saneamiento. Al menos 3,6 millones de personas no cuentan con ese servicio básico. Esta situación conlleva a la desnutrición y a la propagación de enfermedades.
"Cuando los niños no tienen agua potable y cuando los sistemas de salud están en ruinas, la desnutrición y enfermedades potencialmente mortales como el cólera llegan inevitablemente", enfatizó Wijesekera.
En Yemen más del 53 por ciento de los 500.000 casos de cólera y de diarrea acuosa aguda ocurren en niños.
Por último, Unicef denunció la amenaza de hambruna del noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, donde 30 millones de personas, unos 14,6 millones de ellas niños, requieren urgentemente agua potable.
"En los países asolados por la violencia, el desplazamiento, el conflicto y la inestabilidad, los medios más básicos de supervivencia para los niños -como el agua- deben ser una prioridad", aseveró Sanjay Wijesekera, responsable de agua, saneamiento e higiene de Unicef, en un comunicado.
Los niños que viven en zonas inestables tienen cuatro veces más posibilidades de carecer de agua potable, agregó Unicef.
En 2015, al menos 484 millones de personas vivían en entornos inestables, de las que 183 carecían de agua en buenas condiciones, reveló un reciente estudio de Unicef junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras siete años de conflicto en Siria, 15 millones de personas (6,4 millones son menores) necesitan agua segura.
"Solo en 2017, hubo al menos 30 cortes de agua deliberados en Alepo, Damasco, Hama, Raqqa y Dara, con sistemas de abastecimiento destruidos y fuentes de agua contaminadas", refiere el comunicado.
El conflicto en el noreste de Nigeria ha destruido el 75 por ciento de la infraestructura de agua y saneamiento. Al menos 3,6 millones de personas no cuentan con ese servicio básico. Esta situación conlleva a la desnutrición y a la propagación de enfermedades.
"Cuando los niños no tienen agua potable y cuando los sistemas de salud están en ruinas, la desnutrición y enfermedades potencialmente mortales como el cólera llegan inevitablemente", enfatizó Wijesekera.
En Yemen más del 53 por ciento de los 500.000 casos de cólera y de diarrea acuosa aguda ocurren en niños.
Por último, Unicef denunció la amenaza de hambruna del noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, donde 30 millones de personas, unos 14,6 millones de ellas niños, requieren urgentemente agua potable.
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