martes, 29 de agosto de 2017

Moscú aspira a coordinar con Abu Dabi la solución de crisis en Siria, Irak y Yemen


El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el príncipe heredero de la corona de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed Nahyan

Moscú aspira a coordinar con Abu Dabi la solución de crisis en Siria, Irak y Yemen

© Sputnik/ Vitaly Belousov
ABU DABI (Sputnik) — Rusia está interesada en coordinar con Emiratos Árabes Unidos la solución de las crisis en Siria, Irak y Yemen, declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al término de una reunión con su homólogo emiratí, Abdulá bin Zayed Nahyan.
El canciller ruso visita los Emiratos Árabes Unidos en el marco de su recorrido por los países del golfo Pérsico.
Lavrov informó que debatió con Nahyan la situación en Siria, Yemen, Irak y Palestina.
Los rebeldes hutíes en Yemen
© AFP 2017/
"Volvemos a confirmar nuestra disposición a coordinar nuestras acciones sobre esos temas candentes", dijo el canciller ruso. Moscú y Abu Dabi, enfatizó Lavrov, coinciden en la necesidad de librar una lucha sin cuartel contra los terroristas y hacer frente a la propagación de la ideología terrorista y extremista.
Añadió que Moscú apoya la iniciativa de Arabia Saudí de unificar las tres plataformas de la oposición siria.
"Cuando Arabia Saudí presentó la iniciativa de unificar el Alto Comité de Negociaciones creado en Riad con el Grupo de El Cairo y el Grupo de Moscú, lo apoyamos del modo más activo, considero que es un paso inevitable que propiciará el inicio de unas conversaciones realmente significativas y enjundiosas sobre el futuro de Siria", afirmó.
Según el canciller ruso, "no importa que hasta el momento no se haya logrado un gran adelanto".
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el príncipe heredero de la corona de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed Nahyan
© Sputnik/ Alexanr Scherbak
"Lo importante es que el proceso arranque y que los participantes del proceso, los grupos de Riad, El Cairo y Moscú, llegasen al acuerdo de continuar esforzándose, ayudaremos por todos los medios a nuestros colegas saudíes a avanzar en esa dirección", añadió. Para Lavrov, las conversaciones para unificar la oposición siria no han fracasado.
"No estoy de acuerdo con que los esfuerzos para unificar la oposición externa hayan fracasado, ya dije que se trató de un primer encuentro y nosotros abogamos por continuar con estos esfuerzos", señaló.
Lavrov aseguró que "hasta hace poco las divergencias eran demasiado profundas, para esperar solucionarlas, como se dice, de una sentada".

"Así que estimularemos por todas las vías el trabajo en esa dirección", subrayó.
Asimismo, el ministro ruso sostuvo que la oposición siria debe renunciar a los ultimátums para lograr una solución de la crisis en el país.
"Es necesario que la oposición siria adopte un enfoque realista, renuncien a los ultimátums que no cumplan las normativas aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Lavrov.
Un niño en bicicleta con la bandera de Siria (archivo)
© AP Photo/ Hassan Ammar
Recordó que según la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU "el destino de Siria lo deben decidir los propios sirios" y ese documento "no contempla ninguna condición previa". En el último año, Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para establecer un alto el fuego en Siria, organizar en Astaná, capital de Kazajistán, varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar el armisticio y crear las llamadas zonas de distensión en el país árabe.
Por su parte, el canciller de Emiratos Árabes Unidos, Abdulá bin Zayed Nahyan declaró que Irán y Turquía trataron de debilitar la soberanía de Siria al interferir en el conflicto.
"El problema sirio deriva de la intervención de fuerzas externas, en particular Irán y Turquía emprendieron acciones con el fin de debilitar la soberanía de Siria, deben dejar de interferir en el conflicto", dijo.
El tanque turco en la ciudad de Kilis, Turquía (archivo)
© Sputnik/ Híkmet Durgun
Militares turcos y grupos insurgentes sirios apoyados por Ankara llevaron a cabo desde finales de agosto de 2016 hasta finales de marzo de 2017 la llamada operación Escudo del Éufrates en el norte de Siria para hacer frente a las amenazas terroristas en zonas limítrofes con Turquía. La intervención militar turca provocó el rechazo de Damasco, que acusó a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, y de los kurdos sirios porque, a su juicio, la operación apuntaba contra ellos más que contra los grupos yihadistas.
Turquía considera a las unidades sirias kurdas como una de las ramificaciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) prohibido en el país.

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas.
Las hostilidades causaron entre 300.000 y 400.000 muertos, según estimaciones de la ONU.

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