Los
trabajadores y los miembros de la comunidad de Berkeley mostraron hoy
su fuerza contra los neo-nazis y grupos de ultra derecha que amenazaron
con manifestarse bajo el lema “no al marxismo”. En realidad los racists
se asustaron y fueron derrotados de ante mano por las movilizaciones
masivas, y solo unas docenas se asomaron. No pasarán… y no pasaron!
Por La Voz de los Trabajadores
Nuestra
manifestación “Berkeley Rally Against Hate”, que tuvo el apoyo de más
de 10 sindicatos de la ciudad (como maestros, trabajadores públicos y de
la universidad), de la vasta mayoría de grupos socialistas, y de muchos
grupos comunitarios y religiosos, reunión a 3,000 personas en el cruce
de Oxford y Addison. Allí tuvimos una serie de oradores diversa e
inclusiva y después marchamos juntos al centro de la ciudad donde se
congregaban los fascistas para mostrar nuestro poder y nuestra
determinación para combatir el racismo, la ideología de la supremacía
blanca y el fascismo. Nos reunimos ahí con SURJ, otro grupo comunitario,
y también fuimos alcanzados por una marcha de unas 500 personas de las
congregaciones religiosas con importante participación afroamericana. El
día de acción acabó con una derrota completa para los grupos de
ultra-derecha en la plaza del MLK en el centro de Berkeley.
Nosotros
los socialistas que organizamos la protesta (Internationalist Socialist
Organization, La Voz de los Trabajadores y Democratic Socialist of
America) hablamos en el Berkeley Rally Against Hate, y también
estuvieron presentes otros partidos, como el Left Party, Socialist
Action, Revolutionary Workers Group y Socialist Alternative. Construimos
juntos un frente unido con principios claros, y logramos con éxito
mostrar nuestra capacidad de dirección con democracia, independencia y
unidad. Mostramos que somos los trabajadores los que hacemos funcionar
esta ciudad, y recordamos a todos los siglos de opresión colonial
apoyada por el gobierno de los EEUU, y que sigue apoyando. En definitiva
mostramos que estamos dispuestos a enfrentar nuestros enemigos de
clase, de todo tipo de forma y tamaño. Hoy
la dirección de la Universidad de California en Berkeley, su Chancellor
Chris y la policía de la universidad (UCPD) mostraron su verdadera cara
otra vez: ellos que están tan preocupados con la libertad de expresión
de la ultra derecha como Steve Bannon o Milo Yiannopoulos mandaron
mensajes constantes a los estudiantes y profesores para asustar y
desmovilizarlos, diciéndoles que se quedaran “lejos” de nuestra protesta
pacífica. Además la noche anterior vallaron de manera unilateral la
zona de césped donde estaba prevista nuestra protesta con bloques de
cemento, y dejaron solo una entrada con un control de policía y una
larga lista de items prohibidos: agua, comida, banderas, pancartas
mochilas y muchas cosas más. Querían restringir el carácter democrático y
político de nuestra protesta. Además si nos hubiéramos manifestado en
esa jaula, hubiéramos estado en peligro, pues nadie podia entrar o salir
libremente. Nosotros rechazamos manifestarnos rodeados y cacheados
por policías, porque nos oponemos a defender nuestros derechos
democráticos y oposición al fascismo protegidos por una policía que
asimila la “libertad de expresión” con Steve Bannon y el fascismo. Por
eso nos congregamos pacíficamente en la calle en frente al césped
vallado, y logramos garantizar nuestra protesta con nuestro propio
servicio de seguridad, para mantener la paz de nuestra gente, para
separar y echar a los provocadores, y para permitir a los participantes
que su plena expresión política y artística, como quisieran. Y ganamos.
Hoy
también la ciudad de Berkeley y su alcalde Arreguín mostraron sus
verdaderos colores: su doble cara oportunista y su capitulación en
última instancia al fascismo. Por un lado el alcalde atacó nuestra
manifestación públicamente y dijo a los ciudadanos de “quedarse en casa”
y no acudir a nuestra convocatoria, mandó policía por la mañana para
acosarnos e intimidarnos e intentó prohibir que tomáramos la calle para
congregarnos, su policía intervino en nuestra marcha y rompió nuestro
cordón de seguridad que estaba aislando a dos provocadores fascista,
arrestando a dos de nuestros organizadores (unx es un compañerx
nuestrx), dejando a los fascistas ir libres y sonriendo. Fue claro que
el alcalde y la policía de la ciudad coartaron nuestra libertad de
expresión. Pero por otro lado el alcalde que el martes cambió su postura
por la presión de los sindicatos, dando un apoyo flojo, vino a nuestro
camión escoltado por policías y pidió hablar. Quería hablar montado en
el mismo camión que su propia policía amenazó con sacar por la fuerza
horas antes! Obviamente los socialistas le dijimos que “ni hablar”, y él
incrédulo tuvo de dar vuelta y marcharse.
Hoy miles mostramos en
Berkeley que la “derecha alternativa” no nos da miedo, y que los
marxistas tenemos una larga historia y determinación en la lucha
anti-fascista. Estamos listos para las próximas provocaciones. Sólo
esperamos que la próxima vez nuestras filas socialistas serán aún más
fuertes!
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