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JM Álvarez: Más terrorismo
CUENCA.- Pequeñas tiendas de campaña hacinadas junto a un muro, un
colchón tendido sobre la acera o un pequeño rincón flanqueado por un
palé sirven de alojamiento durante estos días a decenas de temporeros
que, en distintos puntos de Castilla-La Mancha, participan en las
distintas campañas agrícolas en marcha. Asentamientos indignos e
insalubres en los que también hay niños, como prueban los destartalados
juguetes que rodean algunas de las tiendas.
Esta es la realidad a la que están abocados estos trabajadores, en buena parte inmigrantes, que acuden a localidades como Las Pedroñeras (Cuenca) y Cinco Casas (Ciudad Real) ‑en cuyos alrededores se ha constatado la presencia de este tipo de asentamientos‑ para ganarse un jornal en la campaña del ajo, pero sin que se les garanticen las condiciones mínimas de alojamiento. Algo a lo que están obligados los empresarios que les contratan, pero que en algunos casos no se cumple, dando lugar a escenas como éstas.
Sin luz, agua corriente o baño, cocinando donde pueden y durmiendo con suerte sobre un colchón tirado sobre unos cartones, ropa tendida sobre sus cabezas o amontonados sus enseres en bolsas, esta es la situación a la que se enfrentan decenas de temporeros. No tienen más remedio que acampar en plena calle, puesto que los precios que les piden por un alquiler son desorbitados, inaccesibles para ellos.
Condiciones lamentables de las que vuelve a hacerse eco, un año más, el sindicato Comisiones Obreras, cuyos representantes han podido comprobar cómo se ven obligados a vivir estos trabajadores. "Nos hemos topado con la dura realidad del día a día de estas personas", explica la secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales, María Ángeles Castellanos, quien subraya que "en muchos casos" están acompañadas por sus hijos, "niños de entre uno y cuatro años".
Desde el sindicato se lleva a cabo un seguimiento sobre estas situaciones, detectadas al acudir a estas poblaciones para informar a los trabajadores sobre sus derechos y tratando de evitar así que se cometan abusos y explotación laboral en las campañas agrícolas. Recuerdan que los empresarios están obligados a facilitar alojamientos a los temporeros y no permitir que vivan, ellos y sus familias, en condiciones indignas. Asimismo exigen la apertura de los albergues para dar cobijo a estas familias durante el trascurso de las campañas.
Una denuncia ante la que el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha anunciado que va a pedir un informe para comprobar "si es cierto" que se están produciendo asentamientos ilegales de temporeros en la región.
Y aunque solicitará esta comprobación, Gregorio apunta a la Junta de Comunidades como la administración competente en la materia, tal y como se habría dejado claro, según él, en el seno de la Comisión de Flujos Migratorios en la que "se abordó este tema".
Pero la situación de este verano no es nueva. A lo largo de los últimos años se han venido registrando situaciones similares, puesto que localidades como Las Pedroñeras reciben por estas fechas centenares de personas que acuden en busca de trabajo. Algunos lo hacen con contrato, pero otros esperan conseguirlo una vez allí y se van contentando con lo que les va saliendo en días alternos.
Situaciones que llevaron en 2012, por ejemplo, a tener que desalojar un asentamiento en el que vivía un centenar de personas, a pesar de lo cual tres años después el problema seguía siendo el mismo, la falta de albergue municipal y la masiva afluencia de temporeros en busca de una oportunidad.
Como tampoco es nueva la situación en la pedanía ciudadrealeña de Cinco Casas, donde en 2011 casi 700 temporeros se establecieron durante la campaña en un asentamiento ilegal. La localidad veía así duplicada su población, a la par que se sentía insegura e indignada. Sobre la presente campaña, el alcalde Miguel Ángel Rosado ha declarado que unas 200 personas duermen en las inmediaciones de fincas cercanas a dicha entidad menor de Alcázar de San Juan.
periodicoclm.es
Esta es la realidad a la que están abocados estos trabajadores, en buena parte inmigrantes, que acuden a localidades como Las Pedroñeras (Cuenca) y Cinco Casas (Ciudad Real) ‑en cuyos alrededores se ha constatado la presencia de este tipo de asentamientos‑ para ganarse un jornal en la campaña del ajo, pero sin que se les garanticen las condiciones mínimas de alojamiento. Algo a lo que están obligados los empresarios que les contratan, pero que en algunos casos no se cumple, dando lugar a escenas como éstas.
Sin luz, agua corriente o baño, cocinando donde pueden y durmiendo con suerte sobre un colchón tirado sobre unos cartones, ropa tendida sobre sus cabezas o amontonados sus enseres en bolsas, esta es la situación a la que se enfrentan decenas de temporeros. No tienen más remedio que acampar en plena calle, puesto que los precios que les piden por un alquiler son desorbitados, inaccesibles para ellos.
Condiciones lamentables de las que vuelve a hacerse eco, un año más, el sindicato Comisiones Obreras, cuyos representantes han podido comprobar cómo se ven obligados a vivir estos trabajadores. "Nos hemos topado con la dura realidad del día a día de estas personas", explica la secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales, María Ángeles Castellanos, quien subraya que "en muchos casos" están acompañadas por sus hijos, "niños de entre uno y cuatro años".
Desde el sindicato se lleva a cabo un seguimiento sobre estas situaciones, detectadas al acudir a estas poblaciones para informar a los trabajadores sobre sus derechos y tratando de evitar así que se cometan abusos y explotación laboral en las campañas agrícolas. Recuerdan que los empresarios están obligados a facilitar alojamientos a los temporeros y no permitir que vivan, ellos y sus familias, en condiciones indignas. Asimismo exigen la apertura de los albergues para dar cobijo a estas familias durante el trascurso de las campañas.
Una denuncia ante la que el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha anunciado que va a pedir un informe para comprobar "si es cierto" que se están produciendo asentamientos ilegales de temporeros en la región.
Y aunque solicitará esta comprobación, Gregorio apunta a la Junta de Comunidades como la administración competente en la materia, tal y como se habría dejado claro, según él, en el seno de la Comisión de Flujos Migratorios en la que "se abordó este tema".
Pero la situación de este verano no es nueva. A lo largo de los últimos años se han venido registrando situaciones similares, puesto que localidades como Las Pedroñeras reciben por estas fechas centenares de personas que acuden en busca de trabajo. Algunos lo hacen con contrato, pero otros esperan conseguirlo una vez allí y se van contentando con lo que les va saliendo en días alternos.
Situaciones que llevaron en 2012, por ejemplo, a tener que desalojar un asentamiento en el que vivía un centenar de personas, a pesar de lo cual tres años después el problema seguía siendo el mismo, la falta de albergue municipal y la masiva afluencia de temporeros en busca de una oportunidad.
Como tampoco es nueva la situación en la pedanía ciudadrealeña de Cinco Casas, donde en 2011 casi 700 temporeros se establecieron durante la campaña en un asentamiento ilegal. La localidad veía así duplicada su población, a la par que se sentía insegura e indignada. Sobre la presente campaña, el alcalde Miguel Ángel Rosado ha declarado que unas 200 personas duermen en las inmediaciones de fincas cercanas a dicha entidad menor de Alcázar de San Juan.
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