El
presidente de EE.UU., Donald Trump, dio a conocer su plan migratorio.
Daría prioridad a profesionales altamente calificados que dominan el
inglés.
Sin embargo, basándose en la medida, los ancestros del
presidente, así como miembros de su Gabinete jamás hubieran podido
calificar para ser admitidos en el país.Inmigración por puntaje: Mínimo, 30 puntos. Usted necesita: 1- Inglés impecable, 2- Altos estudios, 3- Condiciones económicas envidiables, 4- Reconocimientos internacionales en su campo laboral o académico, 5- Lucrativa oferta laboral. Como los ancestros del mismísimo presidente Trump, ¿Cierto o falso?
1885, Frederick Trump, escapaba del servicio militar en Alemania. Apenas entendía inglés y tampoco tenía estudios superiores. Era aprendiz de barbero. Así, llegó a Estados Unidos para hacer fortuna en burdeles y bares.
La primera dama, Melania Trump, tampoco tiene suerte con los puntos. Nació en Eslovenia, su educación no pasa del bachillerato y carece de credenciales académicas. Llegó en 1996 con visa de turismo y se dedicó al modelaje, según algunos, violando leyes migratorias.
Pero el caso más irónico es el del arquitecto del Raise Act antiinmigrante: El alto asesor de política Stephen Miller, este parece ignorar que su bisabuelo, Sam Glosser, llegó en 1900 huyendo de pobreza, guerra y persecución étnica en Bielorusia. Sin inglés, sin educación, ni reconocimientos. Hoy, su puntaje migratorio sería inferior a 10. Le faltarían 20 puntos para la residencia legal.
No es un secreto que el tema migratorio en Estados Unidos se ha convertido en un estandarte de la ultraderecha. Por ello, hay quienes insisten en que el planteamiento migratorio de Trump debe retornar a la mesa de planificación. Dicho proyecto no es honesto consigo mismo, ni en forma, ni en contenido.
A la lista de hijos, nietos y esposos de inmigrantes se suman, Mike Pence, vicepresidente, Jared Kushner y Kellyanne Conway consejeros de Gabinete, así como Ivanka y Eric Trump, hija e hijo de madre inmigrante.
Marcelo Sánchez, Miami.
smd/tas
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