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Los narcolépticos: personas que no pueden diferenciar los sueños de la realidad
7 de agosto de 2017
Esto es peor que cuando se te olvida si te levantaste a comer algo en la noche.
Si un día sueñas que te echan del trabajo, probablemente cuando te despiertes te sientas aliviado: "¡solo fue un sueño!". Sigues
con tu día, y vas a ese trabajo que todavía tienes. Pero, ¿qué pasaría
si te acordaras de ese sueño no como un producto de tu imaginación sino
como la realidad? En lugar de sentir alivio, te despertarías angustiado
por estar desempleado.
Me enteré de esta confusión de sueño–realidad por una amiga de Facebook
que posteó que estaba teniendo problemas para distinguir entre ambas.
Alguien comentó que sus sueños "son tan reales que después se siente
como si fueran recuerdos", otro que soñaba que se despertaba para
hacerse un sándwich y "que no tenía idea de si había pasado en realidad o
lo había soñado", y otro más puso que "literal es de lo que más se
trata su arte".
A veces es normal preguntarse si de verdad tuviste una conversación o
no, o si en realidad sí te paraste en la noche a comer algo. "La gente
cree que está despierta cuando está soñando, así que la confusión sobre
saber si estás despierto o dormido es universal", dice Allan Hobson,
investigador del sueño y profesor en el Departamento de Medicina del
Sueño en la Facultad de Medicina de Harvard. "Pero algunas condiciones
probablemente están más asociadas con pensar que un sueño es real".
Es común en las personas con trastornos psicóticos como el trastorno de bipolaridad y el de la esquizofrenia,
para los que las alucinaciones son un factor de la vida cotidiana. "Los
límites entre los estados cognitivos son muy confusos para estas
personas", dice Patrick McNamara, profesor de neurología en la
Universidad de Boston. "Otros estudios han encontrado que muchas veces
se trata de individuos con mucha creatividad, porque pueden cruzar los
límites cognitivos, los que son más vulnerables a estos estados de
confusión".
Este problema puede estar relacionado con una sección pequeña de tu
cerebro, un pliegue llamado surco paracingulado. Los estudios demuestran
que las personas con un pliegue menos pronunciado experimentan más alucinaciones y son peores para identificar eventos reales e imaginarios.
Pero confundir la realidad con los sueños afecta desproporcionadamente a
un grupo en particular de personas que no tienen trastornos psicóticos.
Ese grupo son los narcolépticos.
Erin Wamsley, profesora de psicología en la Universidad Furman, llevó a
cabo un estudio que encontró un vínculo abrumador entre los delirios de
sueño y las personas con narcolepsia de tipo 1, el tipo que también
causa cataplejía, una parálisis muscular completa y repentina que muchas
veces es provocada por emociones fuertes. La cataplejía es un fenómeno
de una fracción de segundo, en el que de un momento a otro alguien se
puede estar riendo de un chiste y de la nada cae derrumbado en el piso.
Una vez que caen, muchas veces trascienden a dormir.
"Se cree que el problema fundamental en la narcolepsia es que las
personas se mueven entre los estados de consciencia demasiado rápido y
de manera abrupta", dice Wamsley. El 83% de los narcolépticos a los que
entrevistó Wamsley para su estudio, experimentaban confusión de realidad
y sueño, todos al menos una vez al mes. Solo 15% de los que no tenían
narcolepsia tuvieron el mismo problema, y solo el 5% lo experimentó más
de una vez en su vida.
Para los narcolépticos, la confusión no solo era más frecuente sino que era más drástica. Así lo describe Wamsley:
Una
de mis pacientes experimentaba sueños eróticos en los que le era infiel
a su esposo. Ella creía que en realidad sí pasaba y se sentía culpable
por eso hasta que por casualidad se encontró a su "amante" y se dio
cuenta de que no se habían visto en años, y que no había pasado nada
entre ellos. Muchos pacientes sueñan que sus padres, hijos, o mascotas
se mueren, creen que si pasó (un paciente incluso le llamó al funeral
para hacer los arreglos) hasta que se sorprendieron porque la evidencia
mostraba lo contrario, cuando los que supuestamente habían muerto de
repente aparecían otra vez en sus vidas.
Las personas sanas se "confundían por poco tiempo sobre algo menor que
no tenía consecuencias", mientras que "los pacientes con narcolepsia se
sentían confundidos por períodos de tiempo más largos sobre cosas más
serias por las que una persona común no se confundiría", dice Wamsley.
Vale la pena señalar que los que tienen un sueño normal muchas veces se
enfrentan al dilema de, ¿sí pasó o solo fue un sueño?, mientras que los
narcolépticos del estudio de Wamsley dieron por hecho que sus sueños sí
pasaron sin cuestionárselo.
Las personas con el trastorno del sueño tienen sueños inusualmente
vívidos y se acuerdan casi por completo de ellos: eso puede explicar el
error en sus memorias. "Cuando tú y yo pensamos en lo que es verdadero y
lo que es real, podríamos usar la vivencia perceptual como una señal de
eso", dice Wamsley. "¿Viste algo en la televisión o fue tu experiencia
real?" Los narcolépticos pueden recordar sus sueños como eventos reales,
porque están llenos de detalles de la vida real y son muy claros.
También es posible que el hipocampo, la región del cerebro responsable
de codificar nuevos recuerdos, funcione de manera diferente para ellos.
Dependiendo de su estado de conciencia, su hipocampo está en uno de
estos dos modos: grabar nuevos recuerdos en el modo "escribir" cuando
esté despierto y recapitular los recuerdos pasados en el modo
"reproducir" cuando esté dormido.
"Cuando un organismo se duerme, los recuerdos de una experiencia
reciente se repiten en el cerebro dormido a nivel celular", dice
Wamsley. Pero en la narcolepsia, el hipocampo podría permanecer en modo
"escribir" durante el sueño, codificando los sueños como experiencias
reales como lo haría cuando estás despierto. Es difícil capturar estos
datos cerebrales en un laboratorio porque la confusión de la realidad
que sueñan no ocurre en orden. La pregunta sigue siendo por qué sucede.
"En los pacientes con narcolepsia, esto definitivamente era algo de lo
que sufrían", dice Wamsley, aunque no es un síntoma oficial del
trastorno. "Pero hay muy poca investigación sobre esta idea de confundir
los sueños con la realidad". Estudios futuros pueden comprobar hasta
qué punto los narcolépticos recuerdan la fuente de un recuerdo. "Me
interesaría ver cómo funcionan en una prueba como esa para ver si tienen
problemas más generales para distinguir lo que es real de lo que se
imagina, o si realmente es específico de los sueños", dice Wamsley.
Por ahora, si solo estás confundido acerca de los eventos que no tienen
importancia, descansa, está bien si te despiertas para hacerte sándwich
en la noche.
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