¿Qué espera el Senado para destituir al “góber” parrandero de Guerrero?
Por: Alvaro Cepeda Neri /
22 octubre, 2014
(22 de octubre, 2014).- Desde aquella
plática telefónica entre el actual “líder” y cacique de los senadores
priístas: Gamboa Patrón, y el desgobernador poblano Marín, en la que los
dos se decían: “papito”, fue que se puso de moda la palabra: “góber”.
Esos “góber” son los que acosan al federalismo, junto con las
delincuencias. Y uno de esos cárteles tiene como “líder” al apodado: “La
Tuta”, al que el gobierno busca como dice el chiste: “en un cuarto
oscuro donde no hay más que la sombra de los buscadores”. Y es que ese
dueño de Michoacán, casi les regaló a los chinos los minerales durante
diez años; y seguramente éstos lo tienen a buen resguardo en uno de sus
barcos fuera del mar territorial mexicano para pagarle esos favores.
Tal vez ahora que los chinos quieren
invertir en la privatización de los yacimientos petroleros, y si las
habilidades diplomáticas lo permiten, en una negociación lo entreguen.
Mientras tanto, vamos a la ingobernabilidad de Guerrero, por donde hace
medio siglo llegaron los chinos en la “Nao” y empezó la piratería que
inunda nuestros mercados.
II.- En Guerrero desgobierna el ex
priísta, convertido en perredista: Angel Aguirre Rivero. Y es fama
pública que al “góber” lo enloquecen sus parrandas y se pierde por
varios días, hasta que tras la “cruda”… realidad sangrienta y comerse un
pozole, vuelve en sí y hace como que está pendiente de cómo sus
policías y las de los caciques en complicidad con los narcotraficantes y
sus pistoleros, cometen homicidios. Las últimas fotografías cuando se
presentó en Gobernación, tras la enésima matanza de estudiantes de la
Escuela Normal lo muestran “abotagado”. Y es que, “No estaba muerto…
andaba de parranda”. Así se la ha pasado casi seis años. Mientras la
entidad se desmorona. Y Peña sólo le pide que responda de sus actos.
Pero Aguirre vive en la impunidad porque los senadores que ahora
encabeza Barbosa no quieren ejercer la Fracción V del Artículo 76 de la
Constitución, que faculta al Senado a destituir a un desgobernador –como
es el caso– que no cumple con sus obligaciones, declarar desaparecidos
los poderes constitucionales del Estado y nombrarle un gobernador
provisional.
III.- Todos los niveles de gobierno en
Guerrero abusan del poder público. Por lo que, si no se toman estas
medidas, seguirán privando de la vida a ciudadanos indefensos, a
estudiantes y a quienes se atrevan a oponerse a esos abusos, y a las
extorsiones de las delincuencias. El síndrome de Michoacán y Guerrero se
reproduce por todo el país, donde funcionarios, uniformados y
delincuentes controlan la ingobernabilidad; porque “a río revuelto
ganancias de pescadores”. Ellos están moviendo a México, según la divisa
peñista… pero moviéndolo al despeñadero. Si los senadores no destituyen
al troglodita de Aguirre, el pueblo que ya le gritó en su cara:
“¡asesino!”, lo correrá a patadas, aunque lo defiendan los Zambrano,
Ortega y Navarrete; pues en una de sus clásicas borracheras, desatará
“la solución final” como un nuevo Hitler, que hará de los guerrerenses
los nuevos judíos para eliminarlos, ayudado por las delincuencias.
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