Nuevo estudio científico confirma que el fracking es responsable de cientos de terremotos en Ohio (EEUU)
La polémica se arrastraba desde hace varios años hasta que en abril de este mismo año las autoridades competentes del estado de Ohio lanzaban la primera flecha.Tras analizar los datos recabados por el Departamento de Recursos Naturales de Ohio (ODNR) emitieron un comunicado en el que acusaban directamente a las técnicas de fracturación hidráulica como responsables de numerosos microterremotos detectados en su territorio.La fracturación hidráulica, también conocida por el término inglés fracking, es una técnica geológica que ayuda a extraer recursos naturales como el gas o el petróleo. Diremos, resumiendo y para aclarar este concepto, que consiste en realizar un pozo vertical por el que, una vez alcanzada la profundidad necesaria, se inyecta agua a presión mezclada con productos químicos que facilitan la extracción.
Numerosos estudios científicos han conectado esta técnica de extracción minera con el aumento de pequeños terremotos en las zonas donde se utiliza. Son terremotos de escasa intensidad, la inmensa mayoría ni siquiera son perceptibles por el ser humano, pero sus consecuencias sí son registradas fácilmente con sismógrafos.
A todo este debate se suma el peligro de que existan filtraciones de esos productos químicos hacia aguas subterráneas y acuíferos utilizados por la población.
Representación gráfica de cómo funciona el fracking
Esta misma semana un equipo de investigadores del ya citado Ohio Department of Natural Resources (ODNR) en colaboración y con las técnicas de software del ISTI de Nueva York han publicado un artículo en la Revista Seismological Research Letters en el que conectan al fracking más de 400 microterremotos registrados en Ohio solamente en este año 2014.
Esta investigación es pionera porque como los propios investigadores indican, a pesar de que la mayor parte de estos terremotos son de muy baja intensidad, el estudio revela por primera vez evidencias de seísmos con magnitudes positivas superiores a 3,4 ML y relacionados directamente con las técnicas de fracking que se llevan a cabo en esas zonas.
Se estima que en los últimos cinco años se han realizado aproximadamente tres millones de fracturas hidrológicas en todo el mundo y en la actualidad más del 50% de las extracciones actuales de petróleo o gas utilizan esta técnica.
La regulación y actuación ante el fracking varia mucho dependiendo de cada lugar y va desde la prohibición en algunos países como Francia, hasta la amplia cobertura de la que disfruta en algunos estados de EEUU donde incluso se le concedió la exención del cumplimiento de numerosas leyes federales sobre Medio Ambiente durante la Administración Bush.
Entre algunas de estas prebendas de las que disfruta el fracking en estados como Texas permite a las empresas petroleras el privilegio de no publicar el contenido exacto de los componentes químicos utilizados en la fractura hidrológica.
La literatura científica de los últimos años, incluido este último artículo publicado en SRL, indica que existen numerosos riesgos como la sismología inducida, contaminación de acuíferos y diversos efectos adversos al medio ambiente que aún no se están teniendo en cuenta a la hora de legislar y regular esta práctica.
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