sábado, 9 de marzo de 2013

Amabilidad contra el dolor

Amabilidad contra el dolor

Amabilidad contra el dolor

Tener una personalidad "agradable", más allá de ganarte varias amistades,  puede aumentar el efecto placebo, ya que estimula la producción de analgésicos naturales.
Desde 1955, los científicos han observado el funcionamiento del efecto placebo. Aun sin recibir medicamentos, el cuerpo engañado responde fisiológicamente. Cambios en el ritmo cardiaco, la presión y la composición química del cerebro han aliviado a pacientes de dolor, depresión, ansiedad e incluso algunos síntomas de Parkinson.
Investigadores de la Universidad de Michigan, La Universidad de Carolina del Norte y la Universidad de Maryland han comprobado que el carácter y la personalidad influyen en el éxito del placebo.
Durante el estudio, se les administró pruebas psicológicas a 50 voluntarios sanos. Se identificaron rasgos como la perseverancia, la honestidad, el altruismo y la hostilidad. Después, se le administró a cada participante una inyección dolorosa seguida de un placebo para calmar el dolor. Aquellas personas que poseían cualidades positivas experimentaron mayor alivio que quienes tenían una personalidad agresiva u hostil.
Los investigadores utilizaron scanners para medir los niveles de receptores opioide (analgésicos producidos por el cerebro y la médula espinal) en los partícipes durante el procedimiento. Las personas amables liberaban una mayor cantidad de estos químicos, potencializando el efecto placebo.
El escaneo reveló que las regiones cerebrales involucradas durante el proceso eran las mismas encargadas de integrar experiencias ajenas y dotarlas de emoción. Por lo tanto, las personalidades agradables, capaces de asimilar nuevas vivencias y procesarlas de una manera positiva, tenían estas zonas del cerebro más desarrolladas y producían con mayor facilidad receptores opioide.

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