¿Paramilitares estilo colombiano en México?
Visto desde el punto de vista de la frecuente ineficacia y corrupción policiaca o de procuración y administración de justicia en el país, tienen razón de ser. No es sólo defenderse de grupos de delincuencia organizada o del narcotráfico, también de las autoridades, porque representantes de la ley de los gobiernos federal, estatal o municipal están frecuentemente contaminados.
Hasta el momento hay grupos de autodefensa en 68 municipios de 13 estados de la república. Y aunque hay antecedentes de estas organizaciones de pobladores para su defensa desde el año pasado y que los policías comunitarios están desde 1995, no es sino a partir del 5 de enero de este año que apareció un grupo de autodefensa muy fortalecido en Ayutla, Guerrero. Y de ahí en adelante muchos más, de pronto, armónicamente, como hongos… como por “casualidad”.
Sí. Son municipios cansados de delitos en su contra, como secuestro, extorsión, abuso, violación y ausencia de justicia. Sí. Son grupos que surgen para defenderse cuando la autoridad está ausente, y ya se sabe que vacíos de poder se llenan, para bien o para mal.
Y sí. La fuerza legal compete al Estado. El problema de esto es que este surgimiento, tan espontáneo, se parece también al surgimiento de los grupos de autodefensa ciudadana en Colombia, que luego derivaron en grupos paramilitares no sólo violentos, sino convertidos, ellos mismos, en criminales… sin que luego el Estado pudiera controlarlos… o acaso estimulados desde el gobierno.
La solución es de Estado: con base en las garantías constitucionales, los derechos humanos y el famosísimo Estado de Derecho y la responsabilidad de gobierno, o lo que es lo mismo: que trabaje el gobierno. ¿O sí? ¿O no?
Liderazgo magisterial enloquecido… o abandonado, o con sentimiento de orfandad. Eso ocurre hoy entre los dirigentes nacionales y estatales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y sus presuntos opositores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A la detención de la señora Elba Ester Gordillo el martes 26 de febrero, de pronto, dirigentes estatales del SNTE y la CNTE, como que no aciertan a entender cuál es su lugar en el mundo de la responsabilidad social. Y de nueva cuenta salen a la calle, de forma simultánea, como si fueran uno.
Primero porque a pesar de todos los pesares y para bien o para mal, lo de la reforma laboral y la reforma educativa es un hecho: Es ley.
Aun así y a río revuelto ganancia de dirigentes sindicalistas que quieren ser los nuevos mandamases de sus gremios con todo el poder y toda la gloria, y a los que la cultura de la salida a las calles, de los paros magisteriales, de los bloqueos, de las exigencias y hasta de los beneficios cíclicos personales, como que no termina por hacerles cambiar hacia un sindicalismo moderno y efectivamente social, entendido como la defensa de los agremiados y el cuidado de la fuente de trabajo.
Los dirigentes de la Sección 22 del SNTE de Oaxaca, volvieron a exigir a los maestros oaxaqueños que salieran a las calles para expresarse en una más de las miles de ocasiones que lo hacen a lo largo de los días, meses y años, buscando encontrar respuestas a lo José Murat que lo mismo les ofrecería la construcción de hoteles “magisteriales” para su beneficio como recursos para cumplir con su obligación, en una entidad en donde ya le han tomado la medida al gobernador Gabino Cué en su debilidad política y en su débil liderazgo como gobernador, hasta ahora.
Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán son estados en donde los dirigentes magisteriales han vuelto la vista al pasado sin mirar al futuro en el que predomine el beneficio colectivo de maestros con capacidad y buena formación: salarios, plazas ganadas a pulso y tranquilidad y vida digna para quienes se conviertan en los maestros inolvidables.
Los dirigentes de la CENTE salen ya a exigir una autoridad que no se han ganado en las aulas. Exigen. Gritan. Recorren las calles y obligan a cinco mil maestros el martes pasado en la capital del país. No quieren las reformas aunque saben los dirigentes que por ahí no hay vuelta de hoja.
Pero quieren posicionarse como líderes sindicales en nombre de sus afiliados-maestros y vuelven a la vieja historia de recurrir a la presión corporativa en perjuicio de miles de estudiantes. No importa, aunque entre SNTE y CNTE ya se perdieron por lo menos dos generaciones de estudiantes mexicanos, que es decir, profesionistas que pudieron ser de fuste.
Hoy SNTE y CNTE parecen unidos en un solo fin: no a las reformas, juntos, como si hubieran sido creados por la misma mano.
Un líder sindical sui géneris, es lo que parece ser el señor Juan Díaz de la Torre, quien apenas el 28 de febrero fue ungido como nuevo presidente y secretario general del SNTE, durante el 36 Consejo General Extraordinario en Guadalajara, Jalisco, en sustitución de la señora Gordillo.
Parece que el nuevo responsable del sindicalismo magisterial no es muy bien averiguado entre muchos de los agremiados. De 60 años, nacido en Zapopan, Jalisco, ha hecho su carrera como dirigente sindical a la sombra de la misma señora Gordillo. Fue promotor y beneficiario de muchas de las decisiones tomadas ahí en los momentos más beligerantes del Sindicato.
Así que según la Coordinación de Administración de la Secretaría de Educación del estado de Jalisco, el señor Díaz de la Torre, junto con su hermano Gabriel Díaz de la Torre y su hijo, Juan Óscar Alejandro Díaz Medina, forman parte de los poco más de 300 maestros que están ‘comisionados’ a labores del SNTE.
Y que su hijo, Juan Óscar, inició su carrera política apoyado por su padre, quien lo declaró trabajador de la Sección 16 del SNTE en Jalisco y en 2005 el primer presidente del Partido Nueva Alianza (Panal) en el estado y hasta hace un año sub delegado de Prestaciones y secretario técnico del ISSSTE, también, en Jalisco, en donde fue diputado local… Y así la renovación sindical del SNTE-SNTE… que “está vigente”…
¿Qué pasa en la Universidad Autónoma de Baja California Sur?… Pues nada, que de un tiempo esta parte la mano negra del gobierno estatal ha entorpecido los trabajos universitarios y ha generado incertidumbre respecto de la legalidad de un rector que fue nombrado en 2010 por el Consejo General Universitario –Carlos Villavicencio- y otro impuesto por el entonces gobernador Narciso Agúndez (PRD) y mantenido por la actual gestión de Marco Alberto Covarrubias Villaseñor (PAN).
El tema es que mediante una reforma legal fast track se impuso desde el gobierno a Javier Gaitán como rector ahí. Éste, desconocido luego por la autoridad judicial, no evitó que se duplicará la rectoría entre el nombrado por el Consejo y el nombrado por el gobierno del Estado. En el momento, luego del vencimiento de la gestión-no gestión de Villavicencio el 6 de junio del año pasado, no se ha llevado a cabo la renovación legal de la rectoría y siguen despachando ahí las gestas gubernamentales… ¿Y la Autonomía, señor gobernador?
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Groucho Marx
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