Monopolio, mentiras y pseudo ciencia para apoyar la “seguridad” de los transgénicos
Por desgracia en ocasiones la ciencia se está viendo politizada. El caso de los transgénicos u Organismos Modificados Genéticamente (OMG) es un ejemplo muy claro de ello. Desde ciertos sectores de la biotecnología agroalimentaria se le ha querido dar una visión “científica” a los OMG para aprobar y respaldar las barbaridades que se han creado en algunos laboratorios. Incluso si las “creaciones” no tenían ningún rigor científico y serio, no se ha dudado en echar mano de la socorrida definición “científico” para hacerlas parecer seguras.
Fíjate si los transgénicos son tan seguros, que las multinacionales como Monsanto, Bayer, BASF o Syngenta tienen que comprar a los Gobiernos de todo el mundo para poder tener alguna opción de “colocar” sus productos
en el mercado. En lugar de aportar informes independientes y rigurosos
que prueben que los transgénicos son inocuos, lo único que pueden hacer
estas multinacionales es: comprar políticos corruptos, llevar a cientos
de miles de agricultores a la quiebra, ser los responsables de una
oleada de suicidios, favorecer la aparición de superplagas, causar
enfermedades mortales, contaminar el agua, aire y tierra, patentar la
naturaleza, favorecer el oligopolio de la producción de alimentos,
contaminar otros cultivos, terminar con variedades autóctonas, etc. etc.
Lo único que tienen estas multinacionales fraudulentas son los informes
de pseudo-científicos sin escrúpulos capaces de falsear informes, eso
sí, previo paso por caja. No les importa las consecuencias (algunas de
ellas arriba mencionadas), lo único que cuenta es llenar los bolsillos a
toda costa.
¿Es casual
que los informes “independientes” de seguridad pro-transgénicos estén
financiados por Monsanto, Syngenta, Bayer, etc.? ¿Es causal que incluso
algunos cuerpos regulatorios e incluso medios de comunicación estén
financiados o reciban cuantiosas cantidades de dinero de magnates de
farmacéuticas asociados a las empresas biotecnológicas? Mira estos datos
¿Y qué pasa con los científicos que realizan estudios rigurosos sobre transgénicos? Como pasó con Gilles Éric Séralini,
científicio francés que mostró a través de un estudio los terribles
daños que causa el consumo de transgénicos y que no gustó a la
industria, se intenta denigrar a aquéllos que son fieles a la ciencia y
simplemente muestran los resultados objetivos sobre los OMG. Lo que no
esperaba la industria es que miles de científicos apoyarían los
resultados del estudio de Séralini. Incluso se escribió una carta
por la preocupación que los científicos tenían con respecto a los
peligros de los OMG y está firmada por más de mil científicos de todo el
mundo, pero además hay más acciones realizadas por todo tipo de
científicos que rechazan los transgénicos por no contar con ningún tipo
de pruebas científicas que respalden su seguridad.
La única “ciencia” de la industria agroalimentaria es manipular y crear una opinión sobre los transgénicos que no se corresponde con la realidad.
Y a todo
esto ¿son necesarios los transgénicos? Los transgénicos basan su
existencia en la necesidad de producir más alimentos. Pues bien, en los
20 años que se llevan cultivando transgénicos éstos han probado rendir menos, sí sí, producen menos que los cultivos convencionales y ecológicos. Por otra parte, el problema del hambre en el mundo
no se debe a que no se produzca suficiente alimento para todos, sino
porque los alimentos no se reparten de forma justa, no olvidemos que
aproximadamente el 40% de los alimentos que se producen se tiran, no
llegan a nuestra mesa.
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